El País: Mes y medio de persecución y las 48 horas de coacción que dieron con Edmundo González en España

El País: Mes y medio de persecución y las 48 horas de coacción que dieron con Edmundo González en España

Edmundo González Urrutia   (EFE/ Rayner Peña R)

 

 

El exilio del excandidato presidencial Edmundo González es el último parteaguas en la lucha de la oposición venezolana por una transición política tras las elecciones del 28 de julio. Los últimos días en Caracas del político han desatado una nueva crisis entre Venezuela y España, el país que le ha acogido como asilado político, y cuyo Gobierno ha tenido que navegar tensiones internas por los puntos ciegos que aún quedan en el relato sobre cómo se negoció con el candidato de la coalición opositora el salvoconducto que le permitió salir del país y escapar del arrinconamiento en el que le tenía el chavismo con presiones judiciales y una orden de captura. 48 horas de coacción por parte del núcleo duro de Nicolás Maduro y la decisión unilateral de González Urrutia, de 75 años, de alejarse de Venezuela.

Por EL PAÍS DE ESPAÑA

Con una candidatura sobrevenida como segundo sustituto de María Corina Machado, una campaña inédita en la que fue la dirigente la que mayormente recorrió el país por él, González Urrutia pasó rápidamente a la clandestinidad después de la jornada electoral el 28 de julio, cuando cerca de ocho millones de venezolanos votaron por él, según las actas que la oposición publicó inmediatamente después. González se refugió cuando ya el Consejo Nacional Electoral había proclamado a Nicolás Maduro presidente reelecto y se habían levantado todas las sospechas sobre el fraude en los resultados oficiales. Apenas terminó la elección y comenzaron las protestas, el Gobierno chavista emprendió una operación agresiva para aislar a Edmundo González de María Corina Machado. Dos días después de los comicios tuvo su última aparición pública en un acto en Caracas frente la sede de las Naciones Unidas. Desde entonces no volvió a aparecer y siempre se dirigió al país a través de breves comunicados en las redes sociales.

La salida a España ha permitido saber que poco después de ese último día en que González Urrutia apareció en las calles se había resguardado en la Embajada de Países Bajos. El político ha dicho que pasó ahí 32 días como huésped. Entró por el chivatazo de una “buena fuente” de su equipo de seguridad, que le advirtió de que el chavismo tenía serias intenciones de arrestarlo. A finales de agosto, estando en la embajada de Países Bajos solo, amenazado y aislado, Edmundo González tomó la decisión de salir del país y exiliarse en España. Su intención de salir de Venezuela se la comunicó a sus allegados; a Machado solo se lo informó cuando ya estaba en la residencial del embajador español en Caracas, Ramón Santos, y el exilio era un hecho.

Las negociaciones provocaron un pulso de al menos 48 horas, las horas de la coacción que denunció en el primer mensaje que dio al llegar a Madrid. “Mi salida estuvo rodeada de episodios de presiones, coacción y amenazas”, se escucha en un audio difundido el 8 septiembre por su equipo de prensa. La explicación a este mensaje no se ha tenido hasta esta semana, 10 días después, cuando el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, el principal operador político de Maduro, decidió revelar una carta firmada por González Urrutia en la que acata la victoria de Maduro y promete bajar el perfil público en su nuevo destino. El documento, firmado en la residencia del embajador español, es visto por el chavismo como una capitulación y, por su firmante, un texto nulo, por las coacciones que asegura que sufrió.

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