Cómo el estrés reduce la reserva cognitiva y aumenta el riesgo de enfermedades

Cómo el estrés reduce la reserva cognitiva y aumenta el riesgo de enfermedades

n estudio vincula niveles elevados de cortisol en la saliva, un indicador de estrés fisiológico, con una disminución en la capacidad cognitiva (Imagen ilustrativa Infobae)

 

La reserva cognitiva es la capacidad del cerebro para resistir daños y mantener un funcionamiento normal a pesar de las lesiones o cambios patológicos. Este concepto explica por qué algunas personas pueden tolerar mejor que otras los efectos del envejecimiento o enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, explicó a Infobae el doctor Claudio G. Waisburg (MN 98128), neurocientífico, speaker y director del Instituto SOMA, en una nota reciente.

Por Infobae





El experto señaló que la reserva cognitiva se desarrolla a lo largo de toda la vida y destacó que es fundamental hacerlo desde la infancia, “a través de la educación, las experiencias cognitivamente estimulantes y el aprendizaje continuo”. Y si bien todas estas actividades alimentan la reserva cognitiva, el estrés puede disminuir todos estos beneficios. Esto es lo que descubrió un nuevo estudio del Instituto Karolinska publicado en Alzheimer’s & Dementia: The Journal of the Alzheimer’s Association.

A finales de la década de 1980, los investigadores descubrieron que algunas personas que no mostraban síntomas aparentes de demencia durante su vida tenían cambios cerebrales consistentes con una etapa avanzada de la enfermedad de Alzheimer. Desde entonces se ha postulado que la llamada reserva cognitiva podría explicar este efecto protector diferencial.

En ese sentido, el doctor Waisburg afirmó: “El concepto de reserva cognitiva explica por qué algunas personas pueden tolerar mejor que otras los efectos del envejecimiento o enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer”.

Las experiencias y actividades cognitivamente estimulantes y enriquecedoras, como un mayor nivel educativo, trabajos complejos, actividades físicas y de ocio continuas e interacciones sociales saludables, ayudan a desarrollar la reserva cognitiva. Sin embargo, tiene un “enemigo”: el estrés.

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