Una medalla en familia, el reto de Rubén Limardo en París-2024

Una medalla en familia, el reto de Rubén Limardo en París-2024

El equipo del venezolano Rubén Limardo se ve durante una sesión de entrenamiento en Caracas el 30 de abril de 2024. – El esgrimista venezolano de espada y medallista de oro de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Rubén Limardo, competirá en sus quintos Juegos Olímpicos en un templo de la esgrima, el Grand Palais, y compartirá un cuarteto con sus hermanos Francisco y Jesús y un esgrimista que se ha convertido en familia pese a tener otro apellido, Grabiel Lugo. (Foto de Pedro Rances Mattey / AFP)

 

Incansable, sin rendirse ante las estocadas del paso del tiempo, el esgrimista venezolano Rubén Limardo sueña con una nueva medalla olímpica en París-2024, esta vez en familia.

El ganador del oro en la espada individual en Londres-2012 competirá en sus quintos Juegos Olímpicos, en un templo de la esgrima, el Grand Palais, y compartirá cuarteto con sus hermanos Francisco y Jesús y un tirador convertido en familia pese a llevar otro apellido. , Grabiel Lugo.





“Estoy orgulloso de tener a mis hermanos en unos Juegos Olímpicos. Obviamente me llama mucho la medalla por equipo (en la espada), porque si ganamos por equipo, todos traemos medallas… y sería histórico para Venezuela y sería histórico para la familia. “, dijo a la AFP, durante una sesión de entrenamientos en Caracas, Rubén, el alcalde de los Limardo.

“No sé si mi mamá, en un momento, se imaginaba que podía tener tres hijos en unos Juegos Olímpicos, pero estoy seguro que en el cielo está orgullosa”, siguió en referencia a Noris Gascón, quien inyectó en los Limardo el amor por la esgrima, primero con una escuela que fundó con su hermano Ruperto en su natal Ciudad Bolívar y después con un proyecto que por dos décadas ha llevado a atletas venezolanos a Lodz, Polonia, para prepararlos en la alta competencia.

La prueba masculina de espada individual será el 28 de julio y el torneo masculino de esa arma por equipos el 2 de agosto. Un día después, Limardo cumplirá 39 años.

Combatir en familia “es una ventaja”, piensa el espadista. “Nos conocemos muy bien (…), solamente hay que controlar las emociones, porque a veces esas emociones se pueden salir de control”.

Solo otros tres deportistas venezolanos han ganado medallas de oro olímpicas: el boxeador Francisco ‘Morochito’ Rodríguez en México-1968, el taekwondista Arlindo Gouveia en Barcelona-1992 y la atleta Yulimar Rojas en Tokio-2020. Lesionada, Rojas es baja en París-2024.

– Más que un deseo –

Colgarse una medalla en París-2024 no es una quimera.

El año pasado, en el Mundial de Esgrima en Milán, los hermanos Limardo conquistaron junto a Lugo la presea de bronce en la espada por equipos.

“Competimos muy bien. Rubén no estaba al 100%, pero logramos la medalla de bronce. Quizás si Rubén está al 100, nos llevamos la medalla de oro”, recuerda Francisco, de 37 años, que tendrá en París-2024 sus terceros Juegos Olímpicos.

“Antes dependíamos mucho de Rubén”, expresa sin embargo Jesús, de 28 años, quien a diferencia de sus hermanos hará su debut olímpico. “Ahora cualquiera puede hacer el trabajo, independientemente del que falle, siempre está el otro”.

Hubo tropiezos, como el fracaso en los Juegos Panamericanos de Santiago-2023, cuando los Limardo se fueron con las manos vacías, duro golpe para el excampeón olímpico, dueño de cuatro oros, cuatro platas y un bronce en esos torneos continentales.

“Fue bastante doloroso, pero el deporte siempre da revancha, da oportunidades, y puedo decir que hoy en día estamos en los Juegos Olímpicos para luchar nuevamente por la medalla”, lanza el hermano mayor.

– “Uno más” –
Grabiel Lugo, de 27 años y debutante olímpico, tiene un reto: “Me siento ya como parte de su familia” pero “no quiero ser ‘el que compite con los Limardo’, sino tener mi propio nombre”.

El oro de Limardo en Londres-2012 fue una inspiración para él cuando empezaba en este deporte en una secundaria deportiva en su ciudad, Valencia. “Yo no escogí la esgrima. A mí me escogieron para la esgrima (…). Yo no sabía ni qué era”, cuenta entre risas.

Lugo estudió en la Academia Militar y, cuando estaba a punto de graduarse como oficial, dejó todo por el deporte.

“No me arrepiento”, asegura.

“No tiene el apellido”, pero “es una pieza fundamental en el equipo. Uno más”, dice Francisco. “Dejar su carrera por irse a entrenar a allá (en Polonia), sin saber qué le deparaba el futuro, era un sacrificio”.

Una medalla olímpica en familia en el Grand Palais sería el retiro perfecto, aunque el adiós, advierte Rubén Limardo, puede esperar.

“No sé si llegar a Los Angeles-2026”, pero “voy a estar con mi equipo, como capitán, y buscaremos la manera de formar dos o tres atletas más que puedan ocupar mi puesto”, expresa. “Cuando yo vea que ya tenemos un equipo blindado, cedo”.

AFP