Cómo Vladimir Putin está “quemando el futuro de Rusia”

Cómo Vladimir Putin está “quemando el futuro de Rusia”

Vladimir Putin, jefe de estado ruso (Imagen Ilustrativa Infobae)

 

 

 





Bajo el mandato de Vladimir Putin, Rusia ha experimentado una transición hacia un sistema cada vez más autoritario, marcado por la consolidación del poder, la supresión de la oposición y un enfoque económico que prioriza la inversión gubernamental por encima del desarrollo de mercado. Esta evolución ha sido detalladamente analizada por Andrei Kolesnikov, miembro sénior del Centro Carnegie Rusia Eurasia, en su columna de opinión para Foreign Affairs.

Kolesnikov presenta un panorama sombrío de la situación actual en Rusia, marcada por elecciones presidenciales que buscan asegurar el quinto mandato de Putin, eliminación de oponentes políticos y políticas que han llevado al país a un estado de fragilidad económica y demográfica.

El panorama político ruso se ha visto drásticamente alterado con la descalificación de candidatos anti-guerra y la muerte de Alexei Navalny, oposición prominente del Kremlin. “Ahora Putin está solo en el Olimpo político”, declara Kolesnikov. Este escenario consolida aún más la imagen de un sistema dominado por un estado autoritario, lejos de los esfuerzos democráticos observados en otros países del este de Europa, como Polonia, donde la democracia multipartidista ha demostrado ser efectiva.

La economía de Rusia se encuentra cada vez más dependiente de las inversiones gubernamentales, con un énfasis particular en el complejo militar-industrial. “Los gastos militares serán 1,7 veces más altos… para alcanzar el 25 por ciento de todo el gasto”, advierte Kolesnikov. Esta aproximación no solo refleja una economía improductiva y poco saludable sino que, junto con el cierre de mercados occidentales a las exportaciones rusas, sugiere una proyección económica decreciente.

Rusia enfrenta una crisis demográfica significativa, exacerbada por el envejecimiento de la población, la demanda de soldados y el colapso de flujos migratorios. “Putin está preocupado por aumentar la tasa de natalidad a cualquier costo”, apunta Kolesnikov. Sin embargo, el estado de guerra permanente y la economía centrada en lo militar hacen que sea difícil para las familias rusas planificar un futuro, lo cual afecta negativamente la tasa de natalidad.

Más detalles en INFOBAE