Abraham Sequeda: Recuperar un país robado

Abraham Sequeda: Recuperar un país robado

En todas sus acepciones, la frase “nos robaron el país” refleja lo que ha sido una experiencia de vida de todos los venezolanos y que significó en muchos dejar atrás para siempre el territorio, a Venezuela. Igual suerte corrieron, sin que represente de algún modo un término peyorativo, los que quedaron en el país.

Quizás aquí o allá, el significado de robar el país encierra todo un mundo de situaciones que justificaron cualquier desenlace de lo que en un momento dado fueron planes de vida familiares, laborales, académicos, de entretenimiento, y en el transcurrir del tiempo: sus altos y bajos, sus épocas de compartir o las fechas para el regocijo.

En la imaginación de los que cada día invierten tiempo, esfuerzo físico, horas de trabajo en múltiples actividades; a su vez, probablemente, disminuyendo al máximo cada momento o gramo de comida, un minúsculo entretenimiento o una pequeña gratificación a su núcleo familiar, todo absolutamente todo para que los pocos recursos que lleguen alcancen para sobrevivir; mientras tanto, pequeñas jaurías se apoderan de activos, dinero, instituciones, leyes, territorio y la vida de los habitantes.





Es decir que, el robo va mucho más allá de tomar para sí recursos económicos o materiales que no les pertenece, sino que han tomado por encima de la decisión de la mayoría de los venezolanos, la potestad de decidir por cualquiera de ellos sobre su propio bienestar y a decir verdad, su propio comportamiento para canalizar lo que le corresponde para mejorar cada día su entorno como miembro de una sociedad.

El robo se propagó como una técnica de intentar arrancar el alma, para que solo los jerarcas en el poder y sus allegados puedan soñar, respirar, disfrutar o elegir su propio rumbo y que solo sus acciones valgan la pena.

Ahora corresponde a los ciudadanos venezolanos no experimentar, sino ejercer su fuerza para establecer en Venezuela un sistema de vida verdaderamente viable en el espacio geográfico, en lo que sea compatible a las expectativas de vida con todos sus argumentos y sentirse que pertenecen a un sistema que lo protege, que le ofrece las herramientas para actuar sin ataduras en cualquier circunstancia en el campo laboral, académico, económico, personal, entre otros.

Esta descripción breve de lo que se hará no es una promesa de pago por favores cumplidos, es una oportunidad de ser diferentes en la organización de cada quién, de la concepción y funcionamiento de las instituciones, de los distintos procedimientos y desafíos individuales en la construcción de una sociedad libre y próspera.

@abrahamsequeda