Nuevamente, el rector de la Universidad de Los Andes, Mario Bonucci, alertó que esta casa de estudios superiores atraviesa el peor momento desde sus 238 años de historia.
Anggy Polanco // Corresponsalía Lapatilla.com
En datos del rector, para el año 2020 la universidad solo recibió el 50% del presupuesto asignado; en 2021 le dieron el 1%, y en el 2022 fue el 3,24%, por lo que no existe presupuesto actualmente.
En cuanto al salario de los profesores universitarios, el rector enfatizó que lo que hubo fue una bonificación del salario que desmejora las condiciones de todo el sector público, en especial del sector universitario, donde algunos profesores ya ganan casi el monto del salario mínimo, además están sin protección social frente a una emergencia de salud.
Destacó que desde el año 2018, los estudiantes no tienen comedor, transporte, y una red de posada exitosa que habían implementado para los estudiantes de bajos recursos ya no existe, motivo por el cual expresó que la educación en Venezuela fue privatizada, de acuerdo con esta política no escrita del Ministerio de Educación.
Denunció que desde 2016 en el alma máter se ha profundizado la diáspora estudiantil, la cual se ubica en 60% en términos generales, aunque en algunas facultades la deserción es del 6%.
Adicionalmente, se registra una deserción del 10% de profesores, y 6% de empleados y obreros, lo que perjudica la calidad de la universidad. Existen cargos vacantes que aún siguen sin ocuparse.
No obstante, a pesar del oscuro panorama, la casa de estudios cuenta con personas comprometidas que tienen entre dos y tres empleos, con los cuales generan recursos para pagar el traslado hasta las aulas y la comida, lo que quiere decir que están pagando por trabajar, como el caso del funcionario encargado de formular el presupuesto, que tiene que salir los fines de semana a vender verduras en un mercado, ante el salario de miseria que percibe en la ULA.
Resaltó que la nómina de la ULA es de 14.000 personas, de las cuales 7.000 son jubilados que laboran prácticamente gratis.
Bonucci recordó que gran parte de los núcleos afrontan la inseguridad y diversas carencias, entre estos el núcleo de El Vigía que desde hace años lucha contra una invasión.
“La universidad herida, pero más viva que nunca”, dijo el académico, que además relató que hay carreras con muy pocos estudiantes, en especial las que han sido condenadas por el mismo régimen, como la carrera de Educación, “pues frente al atropello del sector público, ¿quién va a querer estudiar Educación?”.
“¿Hasta dónde podremos resistir y que la calidad sea la que tenemos? Bueno, es difícil, pero yo estoy seguro de que sí podemos resistir, porque esta es una universidad de 238 años de historia que ha visto pasar una guerra federal, una guerra de independencia”, expresó Mario Bonucci.
Realizó un llamado a la sociedad a salir a defender sus universidades de calidad y de tradición que forman la esperanza del país.