Insalubridad latente: Así enfrentan los médicos la falta de dotación de insumos en Hospital Universitario de Mérida

 

Ante ausencia de insumos necesarios que deben ser dotados para garantizar el manejo adecuado de los distintos procedimientos médicos, los galenos de guardia deben actuar en contra reloj para salvar la vida de los pacientes y con botellas de agua no estériles crear drenajes de tórax artesanales.





Por Jesús Quintero

Sigue la situación humanitaria compleja en los espacios del Hospital Universitario de Los Andes en Mérida, dónde en los servicios de emergencia los médicos continúan sin material para trabajar y brindar atención a los pacientes, también el personal de limpieza es insuficiente, una sola camarera para diferentes áreas.

El personal médico está preocupado por esta situación, no cuentan con fiolas, para el drenaje pulmonar; es urgente la dotación adecuada, en los espacios de emergencias del centro de salud, tanto los pacientes como el propio personal se encuentran expuestos a altos niveles de contaminación.

En estos procedimientos es requerido por el personal médico el drenaje torácico ó popularmente conocido como “Pleur-evac” que es un sistema de drenaje que facilita la eliminación del contenido líquido o gaseoso dentro del torax.

Cada vez que llega un caso en emergencia por patología oncológica o neumonía, el personal de guardia requiere un tubo torácico que ayuda a remover el exceso de fluido o aire, y permite que el pulmón se expanda, haciendo que la respiración sea más fácil.

Este aparato va conectado a la fiola, donde se desecha el líquido acumulado; y por las condiciones de los espacios esta fiola debe ser completamente estéril.

Son muchas las necesidades dentro del principal centro asistencial, no solamente de Mérida, sino del occidente del país, donde la salud gratuita tal y como lo establece la constitución nacional pasó a ser un mito. desde tiempo atrás los Pacientes y familiares viven un verdadero viacrucis porque deben costearse prácticamente la totalidad de los insumos y estudios a través de empresas privadas, porque las dotaciones son prácticamente nulas. Los hospitales públicos mantienen sus puertas es gracias a su personal, que a pesar de sueldos irrisorios e injustos aún continúan laborando.