El sistema de salud en Puerto Rico: otro colapso social de la isla

El sistema de salud en Puerto Rico: otro colapso social de la isla

Foto archivo.
Foto archivo.

 

Meses y hasta un año para obtener una cita médica y largas horas de espera para ser atendidos en la consulta son solo algunos de los problemas que sufren los pacientes en el colapsado sistema de salud de Puerto Rico, deteriorado por el éxodo de médicos y la influencia de las aseguradoras.

Según expresaron respectivamente a EFE en entrevistas separadas el legislador independiente y médico José Vargas Vidot, y el presidente del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico, Carlos Díaz, en la isla “no existe un sistema” de salud o está “desorganizado”.





“Cuando hablamos de un país con sistema sanitario, en Puerto Rico no podemos hablar ni siquiera mencionar eso, porque eso no existe ni en título”, sostuvo Vargas Vidot, miembro de la Comisión de Salud del Senado y fundador de una organización que ayuda a drogodependientes.

“ES UN SISTEMA MUY DESARTICULADO Y DESORGANIZADO”

Díaz, por su parte, describió el sistema sanitario en Puerto Rico, donde hace 15 años había 19.000 médicos y actualmente existe un promedio de 10.000, como uno “muy fragmentado, muy desarticulado y muy desorganizado”.

De acuerdo con este cardiólogo de profesión desde hace 30 años, parte del descalabro del sistema de salud en la isla ocurrió en el año 1993, cuando Pedro Rosselló, también médico, arrancó su primer término como gobernador de Puerto Rico y decidió privatizar los centros de salud.

“Ese sistema colapsó, se eliminó. Se le advirtió a Pedro Rosselló, y el sistema se tornó político. En vez de dar el servicio al paciente, se convirtió en uno de beneficio político”, recordó Díaz.

Previo al tiempo de gobernanza de Rosselló, Guillermo Arbona, un exsecretario de Salud, había creado un proyecto de regionalización del sistema de salud en tres niveles de servicio de cuidado médico en cada una de las siete regiones del Departamento de Salud.

“No es glorificando el sistema pasado, pero esto empezó a deteriorarse cuando lo atractivo no fue que la gente estuviera saludable”, dijo Vargas Vidot.

EL CONTROL DE LAS ASEGURADORAS

Díaz criticó a las aseguradoras como parte culpable del descalabro del sistema sanitario porque estas “controlan el sistema, controlan la parte económica y ponen controles médicos”.

Según Díaz, las aseguradoras deciden las tarifas de pago de los galenos por sus servicios a los pacientes y hasta determinan cuál medicamento el médico le debe recetar al enfermo dependiendo de la cubierta que tenga.

“¿Quién entonces dicta la pauta en el sistema? ¿Yo o la aseguradora”, cuestionó sobre esta situación, que también ha sido determinante en el éxodo de médicos puertorriqueños a Estados Unidos.

Ante todo esto, la Cámara de Representantes propuso una medida que persigue crear un plan nacional de salud, con el fin de transformar el sistema puertorriqueño en uno con acceso y cobertura universal, pero el Departamento de Salud rechazó la iniciativa.

LOS CIUDADANOS SUFREN EL COLAPSO DEL SISTEMA

El precario sistema de salud en Puerto Rico no solo afecta y preocupa a la clase médica, sino también a los pacientes, los cuales en ocasiones tienen que esperar un año para obtener una cita médica con algún especialista o para ser operados.

“El sistema de salud de Puerto Rico no sirve”, aseguró a EFE la ciudadana Jissette Pérez Díaz, que acompañaba a su hermana Jessica en el Hospital Universitario del Centro Médico de San Juan, donde le habían reconstruido parte de su riñón.

Jessica estuvo cuatro días hospitalizada y, en ese tiempo, Jissette atestiguó que en dicho hospital los elevadores no funcionan bien y los baños están en condiciones deprimentes, entre otros problemas.

“Son cuatro pacientes para un solo baño. Los enfermeros tratan de hacer su mayor esfuerzo, pero realmente el sistema de salud en Puerto Rico no funciona bien”, detalló Jissette sobre las condiciones sanitarias en dicho hospital público.

Los hospitales también han sufrido en el último los apagones provocados por huracanes o fallos del sistema eléctrico y, en algunos casos, su funcionamiento se vio seriamente afectado al averiarse también los generadores de emergencia.

EFE