El negocio de las tabacaleras en la Fórmula 1: un romance prohibido que se las arregló para seguir adelante

El negocio de las tabacaleras en la Fórmula 1: un romance prohibido que se las arregló para seguir adelante

Cortesía

 

Los niños de la década del ’90 se despertaban los fines de semana a la mañana para ver a Nubeluz y frente a la pantalla cantaban “Papi, deja de fumar”. Pero a la tarde agarraban la réplica del McLaren de Fórmula 1 de Ayrton Senna y jugaban a las carreras con el autito pintado como un paquete de cigarrillos Marlboro.

Por: Clarín





A principios de 1990, 18 de los 26 pilotos de la grilla tenían a Marlboro de sponsor y las tabacaleras llevaban más de dos décadas en la categoría reina del automovilismo.

“Este es un deporte ideal: tiene glamour y se ve en todo el mundo. Es un deporte de machos. Y encima nos da visibilidad. Parece estar hecho para vender cigarrillos”, justificaba uno de los periodistas más reconocidos del paddock entonces, Barrie Gill.

Pero el nuevo milenio trajo concientización: en las cajas de cigarrillos aparecieron las leyendas “Fumar Mata”. En Europa, además, las leyes anti-tabaco prohibieron las publicidad en los autos de Fórmula 1 desde el 1° de agosto de 2005.

“Salvará vidas y reducirá el número de europeos que padecen enfermedades relacionadas con el tabaquismo”, explicó quien era el comisario europeo de Sanidad y Protección de los Consumidores, Markos Kyprianou.

Los presupuestos multimillonarios de los equipos necesitaban de las tabacaleras y así se buscaron nuevos destinos, alejados de las prohibiciones, y se taparon las publicidades en aquellos donde no estaban permitidas. Hasta que en 2007 la FIA resolvió que estaba prohibido plotear los autos con los nombres de las marcas de cigarrillos.

Eso no impidió que escuderías tan importantes como Ferrari y McLaren se la rebuscaran para mantener a sus principales sponsors, Philip Morris y British American Tobacco (comercializador de marcas como Lucky Strike y Camel), respectivamente.

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