Buscan más ayuda para venezolanos enviados a Denver sin desatender a necesitados

Buscan más ayuda para venezolanos enviados a Denver sin desatender a necesitados

Cortesía

 

Cada vez más agencias del Gobierno municipal de Denver y organizaciones comunitarias de esta ciudad se suman a la tarea de ayudar a los cientos de inmigrantes que cada día llegan a la capital de Colorado sin descuidar la ayuda que se da a comunidades pobres de la ciudad.

“Nosotros ya hemos estado ayudando a los inmigrantes que vienen a Denver desde la frontera con México desde hace tres meses”, dijo este lunes a EFE Arturo Vargas, del Centro Amistad, una despensa de alimentos gratuitos en el barrio hispano del oeste de Denver.





“En nuestro banco de comida nos ha tocado ayudar principalmente a venezolanos. Pero ahora no nos damos abasto porque llega gente y gente y gente” agregó.

En las últimas horas llegaron 90 inmigrantes a Denver, que se suman a otros 76 llegados el día anterior, todos ellos con la meta de solicitar asilo esta semana.

Según la alcaldía de Denver, que declaró la semana pasada una emergencia por la llegada de extranjeros, hasta este lunes había 515 inmigrantes recién llegados alojados en albergues temporales provistos por la municipalidad. Durante el fin de semana, unos 37 inmigrantes encontraron con quién alojarse y, a la vez, se anticipa que unos 325 nuevos inmigrantes pedirán alojamiento en las próximas horas.

Desde el 9 de diciembre, la ciudad de Denver ha ayudado a casi 1.000 inmigrantes, con un costo cercano a los 800.000 dólares. A la vez, las gestiones para ayudar a otros inmigrantes se intensificaron por la llegada esta semana de un frente frío del Ártico que provocará las temperaturas máximas más bajas en Denver en 40 años, con -21 grados Celsius.

Mientras tanto, la municipalidad de Denver pidió el domingo la presencia de “voluntarios médicos” y de “personal de emergencia” en los lugares de alojamiento para realizar chequeos de salud de los inmigrantes y determinar la necesidad de tratamientos y derivaciones.

Además, Denver anunció que contratará “asistentes de albergues” (especialmente bilingües), un empleo de medio tiempo que requiere pasar por un chequeo de antecedentes y completar un entrenamiento para trabajar como personal de emergencia.

AYUDA PARA TODOS

La ayuda a los recién llegados ha causado mella a la que se brinda a los residentes pobres de la ciudad, entre ellos inmigrantes que ya residían en Denver. Por eso, Vargas reorganizó su banco de comida para mantener el nivel de ayuda a los miembros carenciados que usualmente asisten a la vez que ayuda a los que llegan.

Pero algunos inmigrantes están descontentos con la situación. Un inmigrante, que pidió ser llamado Juan, afirmó que “en todos los años que yo he estado aquí nunca vi en la televisión tantos pedidos de donaciones para inmigrantes recién llegados”.

“El alcalde (Michael Hancock) hasta pidió dinero federal para ayudar a los inmigrantes, pero son los que vienen en los autobuses, no nosotros que estamos aquí. Ellos llegan y les dan todo. ¿Y nosotros qué? ¿No hay Navidad para nosotros?”, declaró el inmigrante.

Entre los nuevos inmigrantes figura “Sandra”, una madre soltera con tres hijos, dos de los cuales necesitan cuidados médicos.

“Tengo un lugar donde estar, pero no tengo trabajo ni nadie que me ayude a cuidar a mis hijos. Somos solamente yo y ellos. No tememos familia aquí”, dijo a EFE Sandra, de 45 años.

La inmigrante explicó que su hija menor, de 13 años, padece de “severos problemas de desarrollo”, por lo que “todavía actúa como una bebé”. Por eso, dijo, alguien siempre debe estar con su hija para alimentarla y cambiarla.

Y uno de sus hijos, de 15 años, fue diagnosticado con autismo y también necesita atención y cuidados constantes. Por eso, enfatizó Sandra, un albergue donde los catres o colchonetas están prácticamente pegados unos a los otros “no es un lugar para mí o para mis hijos”.

La organización comunitaria Ángeles de Colorado encontró un lugar para Sandra y sus hijos y se ofreció a cuidar a su hija de lunes a viernes. Pero, según declaró Jennifer Cárdenas, fundadora y directora de esa organización, “eso no es suficiente”.

“El caso de Sandra es distinto porque ella no está buscando un juguete de Navidad para sus hijos. Ella y su familia necesitan todo”, puntualizó.

No todas las ciudades de Colorado han anunciado ayuda a los inmigrantes recién llegados. Ciudades como Aurora, Colorado Springs y Fort Collins han indicado que no recibirán inmigrantes. EFE