Lemures: Meloni monta fiesta en Caracas, por Guido Sosola

Lemures: Meloni monta fiesta en Caracas, por Guido Sosola

Guido Sosola @SosolaGuido

El triunfo de Giorgia Meloni en las particulares votaciones italianas ha provocado que haya fiesta, al menos, en la capital venezolana. Se parte del principio general de que toda derrota de la izquierda, o de la que se tiene por tal, es motivo de una inmediata celebración adjudicándole a la triunfadora, propósitos que deben apacentar a los liberales que sospechan fundadamente de ella.

En la antigua Roma, los lémures fueron aquellos espíritus de los que nunca recibieron un sepelio según los más sagrados ritos, o, venezolanísimamente, esas almas en pena que asustan a los vivos al aparecerse sobre todo en el medio rural. Exactamente, colgados de un farol Mussolini y su amante, el fascismo sigue dando vueltas por el mundo compitiendo con el otro fantasma reconocido por Marx: el comunismo.

La gesta de Garibaldi le dio unidad a la Italia que simplemente no la tenía, pero la personalidad que proyecto Benito les concedió una identidad que le era tan necesaria; y tanto, que todavía perdura en el inconsciente colectivo de la península. No obstante, Se ha olvidado el por qué, antes de finalizar la II Guerra Mundial que arrastró a todos sus compatriotas, Mussolini cayera tan estrepitosamente, por decir lo menos.





Giorgia Meloni es la líder de Hermanos de Italia que ha reivindicado al padre del fascismo que explica sus posiciones políticas, sin que jamás lo ocultara. Ya en las postrimerías de la campaña electoral, despachó un video ampliamente divulgado yéndose al centro, al igual que lo hizo, salvando las distancias, Chávez Frías que nunca dejó de hacer oposición frontal contra el puntofijismo, cruda y abierta, deslizándose al reconocimiento de la libertades de opinión y de mercado, como de la propiedad privada, a escasos meses de los comicios electorales.

Que la militancia y los simpatizantes de los partidos no tengan idea de que el fascismo tiende a llevarse y se lleva por el medio a los distintos, despreciándolos por su origen étnico, religioso y otros prejuicios (judíos, putas, cojos, chinos, maricos, negros, católicos, mancos, etc.), por ejemplo, es por una crasa ignorancia, tendido el desahogo emocional que significa la derrota de esa izquierda o ultraizquierda de los tormentos. Cosa muy diferente a los dirigentes políticos y líderes de opinión que no orienten, señalen rumbos, digan de derroteros, interpretando debidamente la situación, porque jamás se molestaron en leer algún breviario del Fondo de Cultura Económica sobre las doctrinas políticas y económicas, ni las historietas de Eduardo del Río, o Rius (favor no confundir con nuestro Federico Riu), y mucho menos han visto una extraordinaria película de Ettore Scola, “Un día particular”.

Chávez Frías agigantó las mayores esperanzas de los grupos que lo propugnaron, creyendo en sus promesas democráticas y, aunque la cultura política promedio de los venezolanos no le daba por entonces para otra cosa, no tardó en contaminarla y desmontar la democracia representativa misma. De modo que estos festejos por el venidero ascenso al poder de la Meloni, además, por mujer, como si ella lo hubiese enfatizado más allá de lo recomendable (todo el mundo supo de la negritud de Obama, menos él a los fines de postularse y ganar la presidencia por y como ciudadano), de nuevo nos retrotrae a la Venezuela que halagó el fascismo a través de un diario como La Religión en los años veinte del siglo anterior, o a la rumba interminable que suscitó Hitler al vencer a los comunistas que los fueron, por definición, todos aquellos que se les oponían.

Varios factores impedirán que la Meloni acabe con la democracia: el régimen parlamentario, una alianza de partidos que no superó el 44% de los votos más la abstención, la calidad de vida de una economía libre a pesar de todos los pesares, y la Unión Europea / OTAN. Excepto que la guerra de Putin lleve a todo el viejo continente al desagüe. Sin embargo, nos preguntamos por estas latitudes: ¿fracasó a tal punto el liberalismo, la socialdemocracia, el socialcristianismo y la variedad sincrética de la tecnocracia, que no distinguen lo que es el fascismo?