En el último mes, José Soto, de 62 años de edad, ha perdido peso, ánimo y calidad de vida. La falta del medicamento en el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) para tratar la rectocolitis ulcerativa, sumado al elevado precio en el que se consigue en las farmacias comerciales, ha complicado que Soto pueda superar la crisis de la enfermedad que enfrenta.
Por Corresponsalía
Migdalia Martínez, esposa de Soto, relató que desde hace más de un año, el IVSS en Carabobo no suministra la medicina de alto costo, por lo que los pacientes deben recurrir a las farmacias comerciales. Indicó que la caja de Mesalazina trae 30 pastillas y tiene un precio aproximado de 30 dólares.
Explicó que en el caso de su esposo, quien padece la condición desde hace unos 20 años, debe tomar regularmente cuatro pastillas diarias. Sin embargo, en periodos de crisis, la dosis se incrementa a ocho pastillas al día.
“Esa condición puede producir la crisis de repente, no necesariamente por alimentos, sino por una preocupación muy grande. La misma situación de este país, que no se consigue el medicamento, le disparó la crisis (…) Le da mucha diarrea, sobre todo de noche, cada dos horas va al baño, es líquida con sangre, tiene dolor, cólicos, pierde el apetito. Ahorita yo lo obligo, le doy sopa de zanahoria, té de manzanilla, piña. Es una angustia. No es una enfermedad que va a aniquilar a las personas, pero le va quitando condiciones, porque le dan dolores en el cuerpo”, manifestó Martínez.
Para conseguir el medicamento, Martínez y su hija han tenido que recurrir a grupos de apoyo, donaciones y “matar tigritos” para conseguir el dinero, debido a que la pensión de 130 bolívares que recibe Soto resulta insuficiente. Destacó que el medicamento solo se consigue en algunas farmacias.
“Mi hija logró reunir 30 dólares y le compró una caja, pero eso no le dura nada. Hemos conseguido por donaciones, hasta vencidas se las ha tenido que tomar”, agregó Martínez.
Como Soto, hay al menos otras 100 personas en Carabobo que padecen de colon irritable y otras enfermedades inflamatorias intestinales y necesitan el medicamento para tratar su condición. Así lo informó Alba Morales, representantes del comité de Derechos Humanos para la Defensa de los Jubilados, Pensionados, Adultos Mayores y Personas con Discapacidad en la región.
Señaló que mensualmente el IVSS suministraba la medicina, pero desde febrero de 2021 el medicamento no llega. Puntualizó que en los últimos meses consignaron un reclamo, pero no han obtenido respuesta efectiva.
“Muchos de ellos han dejado de tomar las medicinas de enfermedades crónicas, porque con 130 bolívares si compran los medicamentos, no pueden comprar la comida (…) En los momentos de crisis tienen que tomar ocho pastillas al día y la caja no les dura ni una semana, porque trae 30 pastillas. Le exigimos al Gobierno nacional y al Seguro Social que cumpla con las personas que tienen este tipo de enfermedades”, manifestó Morales.
Por su parte, Migdalia Martínez pidió a la administración de Nicolás Maduro conseguir los recursos para traer la medicina y que los pacientes con enfermedades crónicas puedan ser atendidos. Enfatizó que los pensionados con esta condición, no solo deben ingeniárselas para conseguir las medicinas, sino también costear los gastos para cumplir con la dieta requerida.