“Lo más duro es que mis hijos no coman”: el calvario de una migrante venezolana

“Lo más duro es que mis hijos no coman”: el calvario de una migrante venezolana

Luz Marina Díaz es migrante venezolana y está en la semana 33 de un embarazo de alto riesgo / Foto: Yhonay Díaz

 

Luz Marina Díaz vive a diario la pesadilla de escuchar: “mami, tengo hambre”, y no tener cómo saciar las necesidades básicas de sus hijos de 4 y 9 años. Ella y su esposo Marcos Barrera, en las noches hurgan en la basura para encontrar material de reciclaje que les ayude a sobrevivir al día siguiente.

Por Noticias RCN





La suerte no ha estado de su lado. Desde hace un poco más de dos meses la situación económica de su familia vino en caída libre. Están en desempleo. Pero eso no es todo, Luz Marina se encuentra en la semana 33 de un embarazo de alto riesgo, con complejas condiciones de salud, es una paciente diabética insulinodependiente que, además, se alimenta de manera intermitente.

“La esperanza es lo último que se pierde”

Aunque la situación de pobreza extrema en la que viven es sumamente angustiante, creen firmemente en que “la esperanza es lo último que se pierde”. En las últimas horas hubo un detonante para que esta familia buscara ayuda; su hijo menor, de 4 años, tenía problemas para respirar, intentaron hacer lo humanamente posible para asistirlo, pero todo se salió de control.

Comenzó a inflamarse, sus ojos, el rostro. No tuvieron más remedio que caminar desde Soacha, el lugar donde residen, hasta el hospital Meissen para que auxiliaran a su hijo. Lo hicieron, lo lograron. Allí, afortunadamente recibieron atención inmediata y el niño presentaba, además de un cuadro de desnutrición, una neumonía aguda que de no llegar a tiempo, comprometía su vida.

Un día más sin comer. Juntos esperaban en el hospital respuestas sobre el estado de salud de su hijo. En el lugar no había espacio suficiente para mantener al niño, por lo que le ordenaron tratamiento en casa. Aunque esto sería una buena noticia, igualmente debían volver caminando a su hogar, donde les esperaba nuevamente una alacena vacía.

Esta situación los llevó a tomar la decisión de hacer visible la triste situación que están atravesando.

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