Descontrol en Hollywood: escándalos sexuales y drogas en el hotel donde las estrellas se refugian durante meses

Descontrol en Hollywood: escándalos sexuales y drogas en el hotel donde las estrellas se refugian durante meses

En Hollywood hay una broma recurrente sobre el Chateau Marmont: “Podés morirte ahí adentro y nunca nadie se va a dar cuenta”
Getty Images – Patrick McMullan

 

 

 

La chica rubia con el uniforme rosado de ¿enfermera? presiona Play. Por los parlantes menores del aparato retro empieza a sonar “My Hero”, de Foo Fighters, magnificada rápidamente por la magia del cine hasta convertirse en banda de sonido ideal para la escena que sigue:

Por La Nación

El actor Johnny Marco [Stephen Dorff], una estrella de Hollywood en su apogeo, mira a la rubia –y a su gemela idéntica– desde la cama, con una sonrisa. Tiene el antebrazo izquierdo enyesado después de un accidente, globos metalizados que dicen Get Well (que te mejores) y la mesa de luz atiborrada de porquerías de un convaleciente –una botella de vino aún cerrada, un vaso con restos de whisky, algunos libros, un envase plástico de calmantes–. Las gemelas rubias se despliegan en una rutina de pole dancing: piernas en alto, stilettos rojos, microuniformes de enfermeritas que se deslizan por las barras metálicas mientras Dave Grohl canta algo que se traduce como “ahí está mi héroe, es un tipo corriente”.

Johnny, vestido sobre las sábanas, se ladea contra el terciopelo color café del respaldo, dispuesto a disfrutar del espectáculo. La música sigue, las chicas se contonean, pero la cámara se detiene en él. En cómo ese entusiasmo anticipatorio se desdibuja y se cae, en un segundo, al vacío. Lo que ve le encanta, pero está tan solo, lo tiene todo y le falta todo –a excepción de su hija Cloe, de 11 años–, que la abulia le cierra los ojos.

Las chicas terminan el show privado y se miran, desconcertadas, como diciendo “sí, el tipo se quedó dormido”. Sin más trabajo que hacer, pliegan las barras metálicas que habían instalado, desconectan el grabador, toman sus bolsos rojos también idénticos y salen de la suite de Johnny en el Chateau Marmont, probablemente el único lugar en Los Ángeles donde una estrella puede refugiarse una noche o vivir meses, desbarrancar por completo y pasar totalmente inadvertida.

La película se llama Somewhere, es de 2010 y la dirigió alguien que alguna vez fue una nena perdida en ese hotel, testigo de las consecuencias emocionales de Hollywood: Sofia Coppola. “No lo dudé ni por un segundo. Ahí es donde estaría un tipo como Johnny. Para un actor, vivir en el Chateau Marmont es como un rito de pasaje. Significa que lo lograste, pero que todavía conservás los pies en la tierra”, dijo ella el día del estreno.

Lo de los pies en la tierra es, digamos, una figura retórica. Porque nada más alejado de ese castillo blanco que desde 1929 mira de reojo a Sunset Boulevard que cualquier espíritu de sensatez.

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