“Los buenos somos más”, un proyecto que nació para combatir la pobreza extrema en Barinas

“Los buenos somos más”, un proyecto que nació para combatir la pobreza extrema en Barinas

 

Hace unos años, en Venezuela las condiciones de vida de las personas y de familias enteras eran (y siguen siendo) muy críticas, y en Barinas comenzó a notarse mucho más de lo normal. Ya no eran ciudadanos que deambulaban por las calles como consecuencia de las drogas o el alcohol, sino que paulatinamente fueron apareciendo en grupos organizados que montaban guardia en lugares donde estaban los contenedores de basura con un fin común: encontrar algo para comer.

Por Corresponsalía La Patilla





Daniel Sanojas, actualmente defensor de derechos humanos, locutor y miembro directivo de una asociación de comunicadores sociales en la población de Socopó, municipio Sucre de Barinas, recorría barrios, caseríos, sectores rurales y urbanos donde fue conociendo la realidad de muchas personas. “El mayor porcentaje vive en precariedad”, comenta. A partir de éste instante, Sanojas asumió en solitario una forma de ayuda recogiendo ropa, enseres, medicamentos, alimentos, que llevaba a la familia que recordaba que tenía una fuerte necesidad.

 

“Los buenos somos más”, un proyecto que nació para combatir la pobreza extrema en Barinas

 

“Sentí dolor, muchas veces lloré, me senté a pensar qué hacer y puse mis manos en beneficio de esta obra sin esperar recompensa”. Sanojas había sentido un pellizco en la fibra humana, esa misma que roza la sensibilidad de las personas. Se programó, salió a la calle, visitaba amigos, comerciantes, y pedía una y otra vez para continuar ejerciendo este apostolado que le había caído del cielo. “Por algo Dios me puso en este camino, me mostró que la pobreza es una realidad y que en Barinas la pobreza extrema tampoco es un cuento, es verdad”.

Superando adversidades

 

“Los buenos somos más”, un proyecto que nació para combatir la pobreza extrema en Barinas

 

La situación cada día era más difícil, porque seguía sumando a la lista más familias en situación de urgencia alimentaria, que no podían esperar más sin ser ayudados porque corrían el riesgo de morir de hambre o por alguna enfermedad. “Allí el camino se puso espinoso, pedregoso, agotador, porque me ganaba la ansiedad y no contaba con el insumo, eso me complicaba las cosas”, relata.

Aparte de la falta de recursos económicos, Sanojas se enfrentó a otros problemas que impedían obtener con mayor facilidad lo que necesitaba alguna familia. Se sometió a los comentarios propios de un pueblo pequeño, donde apuntaban a que tenía interés de aspirar a un cargo político y que estaba haciendo campaña con los pobres. “Por mi trabajo conozco a los dirigentes de los partidos, los he acompañado a las comunidades, pero cuando eso ocurrió mi objetivo estaba claro: es la gente”.

Las familias no solo requieren alimentos. “Entras a una casa y notas que hay niños con malformaciones en sus cuerpecitos y como no tienen una andadera o silla de ruedas, se arrastran por el piso; otros no van a la escuela, porque no cuentan ni siquiera con un cuaderno. He visto casos de necesidades especiales a granel, y esa persona requiere de ayuda para vivir con esas condiciones. Lamentablemente a veces no podía hacer nada, porque no tenía cómo hacerlo. Eso te frustra”.

Una red de colaboradores

 

“Los buenos somos más”, un proyecto que nació para combatir la pobreza extrema en Barinas

 

“Con el paso del tiempo me fui dando cuenta de que en el ejercicio de buscar donaciones para otros no estaba solo. Conocí a muchas personas que daban y nadie se enteraba, y todavía dan y no quieren que nadie sepa, porque pertenecen a una iglesia cristiana o simplemente porque no les gusta hacer bulla con lo que hacen. Casos contrarios a esos, vemos también que sobran en Barinas y en toda Venezuela, dan y forman una alharaca”.

Cuando fueron entrando en confianza, las personas que se responsabilizaban de las ayudas y garantizaban que estas llegaran a las familias necesitadas, maduraron la idea de conformar un solo equipo que ampliara su radio de acción y que facilitara su llegada a empresas, organismos, instituciones, fundaciones, gobiernos locales, regionales, nacionales y extranjeros, que quisieran contribuir a esta causa de combatir la pobreza extrema.

“De esta idea es que nace Los buenos somos más. Y escogimos este nombre, porque se ha hecho muy popular en las etiquetas de las redes sociales. Es el que utilizan muchos para celebrar que algo fue resuelto con la ayuda de otros, y en fin es una gran realidad que tenemos los venezolanos, porque es un pueblo que ha demostrado solidaridad con el que menos tiene, y ahí nos metimos nosotros”.

En poco tiempo 110 personas se unieron, a través de un grupo abierto en WhatsApp, al proyecto que dirige Daniel Sanojas bajo el nombre “Los buenos somos más”, que se describe como “grupo creado para ayudar a personas de escasos recursos o pobreza extrema”, con comida, ropa, medicamentos, enseres, artefactos, otros. El contacto directo de este proyecto es 04145542159, y más recientemente están en la red social Instagram: @losbuenosomosmasoficial.
Traspasando fronteras

“No tenemos limitaciones ni condiciones para los donativos, y los colaboradores tampoco restringimos a dónde debemos llegar, porque antes de que nos metiéramos en esta hermosa labor, veíamos un radio de acción muy pequeño y eso contribuyó a que gran cantidad de familias en toda su historia de precariedad no hayan podido recibir una ayuda, y todo eso es consecuencia de los pocos recursos con que cuentan las organizaciones o grupos para trabajar. Por eso cada persona que se suma al proyecto es de mucha importancia”.

El proyecto funciona, y cuando no actúan de forma directa, están vinculados indirectamente porque han visibilizado algún caso y otros con recursos se interesan para terminar de resolverlo.

De esta manera “Los buenos somos más” contribuye y cumple su objetivo social, como sucedió el pasado 6 de julio con Jesús Daniel, un niño con discapacidad que vive con su madre soltera y su abuelito en Ciudad Bolivia, municipio Pedraza, con carencia de recursos económicos. Dormían en el suelo, y tras haberlo difundido en sus redes, la respuesta llegó a través de la Fundación del Niño, representada por María Glorisol, esposa del gobernador de Barinas, Sergio Garrido. Ella se encargó de donarle una silla de ruedas, ropa, camas, colchones, lencería y alimentos.

Ese mismo día se presentó a “Los buenos somos más” el caso de Verónica Delgado, una matrona de la tercera edad que ya tiene dificultades para movilizarse y se ayuda con un bastón, con el que se enredó y al caerse sufrió una contusión en la rodilla. Verónica necesitaba una andadera para facilitar su movilidad dentro de la casa y la misma fue donada por una persona que se sumó a este grupo de donantes y promotores de ayudas que vive en Acarigua, estado Portuguesa.

“Se han integrado personas de todo el país y a veces me pregunto cómo sucedió para llegar tan lejos. Pensábamos que tendríamos amigos únicamente de Barinas, pero no ha sido así, y se volvió tan bueno que no podemos ni queremos parar su crecimiento”, comentó cargado de satisfacción Daniel Sanojas.

Nuevos casos, más donativos

 

“Los buenos somos más”, un proyecto que nació para combatir la pobreza extrema en Barinas

 

La tristeza que puede causar el sufrimiento de ver familias con necesidades de todo tipo, no ha paralizado la buena voluntad de las personas que quieren ayudar, por lo que siguen llegando donantes, insumos, para atender los casos que aparecen de dos o tres por día, y los más recientes se han registrado en comunidades de Socopó, Barinas.

El caso de Iris Marquina fue difundido y se encuentra recibiendo ayuda actualmente. Un donante de forma anónima constató la situación de esta madre de 36 años de edad, con cinco hijos, de los cuales dos tienen necesidades especiales por distrofia muscular que les impide caminar. Eduardo de 18 años de edad y Yusmeiker de 11 años, tampoco pueden ir a la escuela debido a sus condiciones. La familia requiere de una silla de ruedas, ropa, alimentos y medicamentos como Complejo B, Privocar, Dayamineral, entre otros.

“Estamos confiados en Dios que la ayuda completa llegará para la familia Valero Marquina. Ya tenemos esta persona que ha colaborado y no quiere que demos a conocer su nombre, porque sabe que recibirá su recompensa de lo más alto y de esa forma podrá atesorar en el cielo que para ella es lo más importante. Lo respetamos y apreciamos por lo que hizo”, destacó Sanojas.

La tarea de “Los buenos somos más” no tiene descanso, debido al bajo nivel adquisitivo de muchas familias que sobreviven reinventándose actividades comerciales en Barinas, y que no todas terminan sacando el provecho que desean, lo que las obliga a pedir para adquirir algún producto que les permita medio alimentarse.

En la calle no todos los ciudadanos están dispuestos a dar, y los que piden por necesidad en la mayoría de los casos reciben insultos, desprecio y vejaciones, lo que lleva a esta organización de voluntarios a sumar una nueva forma de trabajo orientada a sensibilizar a la población para que se reconozca que existen venezolanos que viven bajo condiciones adversas, que realmente no tienen cada día para comer y pedir no es parte de un pasatiempo, sino que las variables que están a su alrededor han opacado su presente y su futuro.

“No descansaremos, no desmayaremos, porque hay familias que necesitan de una mano amiga que los auxilie. Primeramente Dios que nos guía y no permite que este amor por el otro desaparezca. Para eso estamos, los buenos somos más”, concluyó Daniel Sanojas.

 

“Los buenos somos más”, un proyecto que nació para combatir la pobreza extrema en Barinas