Indignados por más de dos meses sin recibir el suministro de agua potable, un nutrido grupo de habitantes del municipio Península de Macanao en la isla de Margarita, cruzaron el puente de La Restinga para llegar hasta la sede de Hidrocaribe ubicada en Porlamar, para exigir el suministro de ese recurso hídrico.
Dexcy Guédez // Corresponsalía lapatilla.com
El alcalde de la jurisdicción peninsular, José Nicasio Narváez, aseguró que las constantes protestas escenificadas por los habitantes del municipio vecino, Celedonio Tubores, precisamente por falta de agua, han impedido que la municipalidad pueda responder suministrando el líquido a través de cisternas puesto que las vías están cerradas.
“Incluso las trancas de la vía principal que conduce hasta la Península de Macanao, han afectado el proceso de disposición final de la basura en nuestro municipio“, lamentó el burgomaestre.
Igualmente Narváez insistió en que la planta desalinizadora solamente representa “pañitos de agua tibia” frente a la grave situación de la tubería submarina de los dos acueductos que surten de agua a Margarita desde tierra firme.
“Tanto el acueducto del Turimiquire como el de Clavellinos, parecen unas galletas crocantes y si las arreglan en una parte se rompen en otras partes. Es necesario un nuevo acueducto“, insistió.
Aseveró que hace cuatro años cuando fue inaugurada la planta desalinizadora de San Francisco, se informó que con la misma resolverían el problema del agua a las más de 20 poblaciones que conforman la jurisdicción peninsular y que incluso, suministrarían al vecino municipio Tubores.
“La desalinizadora apenas nos permite atender cerca del 50% de la poblaciones más cercanas mientras las más apartadas y que no cuentan con tuberías, no pueden ser atendidas ni siquiera con cisternas”, afirmó Narváez.
Además consideró que la producción de agua a través de la desalinizadora resulta muy costosa tanto para el municipio como para la población.