Regresa el caos en Guayana con las kilométricas colas por gasolina

Regresa el caos en Guayana con las kilométricas colas por gasolina

 

 

 





Cuando toca abastecer gasolina, Ciudad Guayana es un caos, de punta a punta. Filas kilométricas, control militar y mucha desesperación. Ese panorama, aunque impactante, no es nuevo.

Corresponsalía lapatilla.com 

Desde 2019, el estado Bolívar atraviesa una aguda escasez de combustible, que está vinculado principalmente al tráfico del carburante hacia las zonas mineras, un hecho que ha quedado demostrado en recientes investigaciones y detenciones ordenadas por el Ministerio Público.

En promedio un conductor pasa, como mínimo, 12 horas en una estación de servicio. Otros duermen en las filas para asegurarse un puesto cercano a la bomba. “Yo trabajo haciendo transporte con mi carro, así que me toca buscar la gasolina donde sea, así sea bachaqueda (revendida)”, dijo a La Patilla José Muñoz, un chofer de 54 años que hacía una enorme fila en la estación de servicio Castillito, en Puerto Ordaz.

En esa gasolinera un promedio de 650 carros surtieron solo 25 litros de gasolina el miércoles 6 de abril. Esa cantidad es suficiente para la mayoría de los conductores, quienes están obligados a acudir al mercado negro, donde el litro de combustible se cotiza hasta en tres dólares.

“Mientras más dura está la escasez, más cara la tenemos que vender, porque es cuando hay más demanda”, comentó una persona que trabaja revendiendo combustible.

Regresa el caos en Guayana con las kilométricas colas por gasolina

 

 

 

 

La situación genera paralización del sector comercial, transporte público, dificultad para el transporte de alimentos y supone un obstáculo en el desarrollo de las actividades cotidianas de los ciudadanos que deseen movilizarse en la región.

En Bolívar, los ciudadanos no pueden comprar gasolina todos los días, porque el abastecimiento del carburante está sujeto a un plan de racionamiento que aplica un organismo militar: la Zona Operativa de Defensa Integral (Zodi). El plan consiste en controlar la cantidad de litros a surtir y seleccionar los carros que entran en la fila tomando en cuenta el último número de su matrícula. Por ejemplo, si un día surtieron los carros cuya placa termina en 1 y 2, al día siguiente les toca a los vehículos con matrícula 3 y 4, y así sucesivamente.

Sin embargo, el cronograma no es continuo y algunos conductores pueden pasar hasta un mes sin surtir gasolina, porque la Zodi no ha anunciado la matrícula correspondiente. A través de la operación “Manos de metal” anunciada por el fiscal del régimen chavista, Tarek William Saab, quedó demostrado que gandolas con combustible se desvían hacia las minas de oro para favorecer al crimen organizado que opera en esas zonas bajo la figura del pranato, sindicato o sistema.

Durante la campaña de elecciones regionales, el actual gobernador chavista, Ángel Marcano, prometió acabar con las colas por gasolina y mejorar el abastecimiento en la región, pero la realidad echó por tierra esa promesa y evidenció que la máxima autoridad civil de la región no ha podido resolver el problema.