Jorge Ramos Guerra: La política como entretenimiento infantil

Jorge Ramos Guerra: La política como entretenimiento infantil

Fue una expresión, que tomo del discurso de investidura como presidente del “Partido Popular” español Alberto Núñez Feijoo del sábado, 02.04.22, prometiendo un cambio “sin revanchas ni división” por supuesto, se está hablando en una España democrática, donde impera una Constitución, división de poderes -a pesar de la Monarquía- y sobre todo un “Estado de Derecho”. Lo que entendimos de la citada expresión, no es más que el deterioro de una forma de hacer política en las principales agrupaciones PSOE y PP, que han venido ejerciendo el poder tras la dictadura de Franco. La motivación debió venir, de una crisis en el “Partido Popular” abortada con tal sentido democrático que es ejemplo, muy particularmente para las organizaciones políticas venezolanas, que no tanto se dividen y subdividen sino que cualquier estúpido se ve con derecho a inmerecidas aspiraciones, entre otras, por no saber ser y escribir y para lo cual, basta con un mínimum de recursos a los fines de mantener a unos borregos o borregas y no es cuestión de género, sino de hacer el ridículo y que cada quien se mire en el espejo de un río. Tal realidad al parecer es genética.

La primera presidencia de Venezuela fue a tres, que se turnaban cada seis meses y el humorismo en tiempos de Joaquín Crespo, los candidatos a ejercerla fueron identificados como: el de las “Musas”, “Misas” ”Mozas,” “Mesas”, “Masas” ante cuyo relajo se impondría el Castro-Gomecismo y otros ismos, como el “reeleccionismo” que debe ser cortado de raíz, en canto deba ser consultados por ciudadanos o militantes políticos, salvo que una vez que se presenten a los recién nacidos, se deje constancia automáticamente, que será aspirante presidencial, remitiendo su nombre al Consejo Electoral, como “entretenimiento infantil”, por lo que no se requiere sino audacia, para negociar hasta la dignidad que sin educación se carece.

“Moral y Luces” ha sido la más universal idea republicana de Bolívar y de la generación independentista, agregándole con sentido histórico a la democrática, que surgiría como “generación de 1928” del siglo XX para bautizar como la del “entretenimiento infantil” a la “militarista y civilista” de los últimos 22 años. Egresados de Institutos Educacionales a empujones, sin haber leído la obra de Gallegos o Andrés Eloy Blanco que se inspiraron en la Venezuela de la primera mitad del siglo XX, menos a los Picón Salas, para quien no se requiere un sistema de ideas que configure una acción coherente, y no el eventual acondicionamiento “ideológico”, política: una estrategia social (y no partidista), o Iragorry… “Hemos hecho nuestro camino público como el vagabundo que toma en los cruces la primera vía”… Mijares… “para quien después de la Independencia sino una pintoresca montonera insubordinada, donde la agria ley del instinto bárbaro y un gusto del desorden por el desorden, fue más eficaz que el principio jurídico y la construcción abstracta de los ideólogos”… Betancourt, Prieto, Uslar y un centenar más lo que estorba para la “política entrenamiento infantil” y no por falta de advertencia sino porque a buen decir… “Sólo se ve una sociedad Paiva y paternalista, con partidos oligarquizados y ciudadanos desencantados” (Revista Plural 1980)





¿Qué hacer? ¡Reaccionar! Por cierto, a la hora de un médico, abogado, ingeniero, pregunte ¿de qué promoción es? porque si se trata de los últimos 15 años ¡no sirven! salvo prueba en contrario y los entremedios infantiles no se lo van a preguntar…

ardive@gmail.com