En Táchira el chavismo intenta obligar a niños y adolescentes a aplicarse la dosis cubana

 

Se encienden las alarmas entre docentes, padres y representantes tras el censo realizado en las últimas semanas en planteles educativos del estado Táchira, en el que por órdenes del régimen se exigió a directores de escuelas, liceos y colegios, la data de menores que han sido vacunados contra el Covid-19.





Por Luz Dary Depablos

En la entidad andina las primeras jornadas de vacunación con las dosis Sinopharm y Sputnik V solo estuvieron permitidas para sectores priorizados por el régimen, principalmente funcionarios chavistas quienes fueron inmunizados incluso antes que personal sanitario.

En la actualidad en los 29 municipios del Táchira hay puntos de vacunación contra el Covid-19, pero solo tienen a disposición la vacuna Abdala (la cubana).

Sin medidas de bioseguridad

 

 

Aunque gran cantidad de escuelas y liceos públicos no cuentan con agua ni para el lavado de manos, llama la atención “la preocupación” que ha manifestado recientemente la directora chavista de la Zona Educativa en la entidad, Berzabeth Gandica, al informar que aún falta un 50 % de la población estudiantil por vacunarse.

Gandica dijo que políticos en el estado han “manipulado” a la población para que los representantes no permitan vacunar a sus hijos por “supuestas consecuencias en niños y adolescentes”.

Ildemaro Useche, presidente del Sindicato Venezolano de Maestros en Táchira, indicó que en las instituciones educativas de la entidad está circulando un lineamiento “con la aplicación de una encuesta que refleje el número de infantes que no han recibido ninguna dosis de la vacuna contra el Covid-19”.

El profesor Useche dijo que según información recabada entre docentes de instituciones dependientes de la gobernación del estado Táchira, presumen que dicha encuesta “pudiera ser una medida coercitiva para aplicar dosis (cubanas) a niños y adolescentes”.

“Los padres tienen derecho de vacunar a sus hijos, como también tienen el derecho de no hacerlo”, enfatizó Ildemaro Useche, quien destacó que no puede haber ningún tipo de sanción ni impedimento que prohíba el derecho a la educación.

Igualmente, señaló que en la encuesta no se preguntó a los maestros, “¿en qué condiciones están las escuelas? ¿Si cumplen o no con los protocolos de bioseguridad?, medidas tan básicas como el lavado de manos, tal como lo exige la Organización Mundial de la Salud”.

Guerrino Guariento, presidente de la Asociación Nacional de Colegios Privados, confirmó que a las instituciones privadas de la entidad también llegó la solcitud de la Zona Educativa, por lo que aclaró que en el caso de estas escuelas “solo se permitirá vacunar a los estudiantes con la debida autorización firmada de sus padres o representantes”.

Desconfianza en las vacunas cubanas

 

 

“La semana pasada llevé a mi hijo a Cúcuta, porque aquí se acabaron las dosis Sinopharm y sentí mucha desconfianza para ponerle a mi hijo la vacuna cubana”, comentó Esperanza Rojas, madre de un estudiante de cuarto grado de primaria.

Rojas asegura que de tener que poner otra dosis del esquema de vacunación a alguno de sus hijos, lo haría en un centro de salud de Colombia, pues no siente confianza en las vacunas que aplican en Venezuela.

Desde que el gobierno colombiano permitió a venezolanos vacunarse en centros de salud del departamento Norte de Santander con la cédula de identidad y la partida de nacimiento (en el caso de menores de edad) como únicos requisitos, se incrementó la migración pendular solo para acceder a las vacunas contra el Covid-19 y otras dosis del esquema de vacunación. Más de 61 mil menores venezolanos se han vacunado en Norte de Santander.

El temor que ha generado la vacuna cubana entre la población tachirense, ha llevado a miles de padres y representantes a cruzar la frontera. Según el reporte del Instituto Departamental de Norte de Santander, durante el año 2021 unos 39.265 venezolanos menores de edad fueron vacunados con la dosis china, y en lo que va de año, el registro es de casi 22 mil niños y adolescentes venezolanos.

Solo en la ciudad de Cúcuta hay desplegados 23 puntos fijos y en promedio 20 extramurales (en instituciones educativas). La jefa del Proyecto Ampliado de Inmunización de la alcaldía de Cúcuta, Astrid Urbina, informó que “se han aplicado más de 58.600 dosis de biólogico a la población migrante en condición irregular, entre adultos y menores de edad”.

Urbina explicó que han sido atendidos venezolanos radicados en Colombia sin documentos legales y también quienes habitan en Venezuela y cruzan la frontera para acceder a la vacuna. Igualmente indicó que los biológicos aplicados hasta la fecha solo en Cúcuta han sido: 27.402 dosis de AstraZeneca, 5.136 de Janssen, 13.360 de Moderna, 1.330 de Pfizer y 11.380 de Sinovac.

Por su parte, la Autoridad Única en Salud del régimen en Táchira, Amelia Fressel, en una entrevista concedida a una emisora local, reconoció que “las personas cruzaron la frontera y se vacunaron”.

Destacó que “la dosis de refuerzo ha estado un poco baja”. Sin embargo, no aclaró que las personas temen aplicarse la vacuna cubana.