De héroe paracaidista de Hitler a superestrella del fútbol tras la Segunda Guerra Mundial

De héroe paracaidista de Hitler a superestrella del fútbol tras la Segunda Guerra Mundial

Paracaidista alemán – ABC.

 

‘Fallschirmjäger’. El nombre imposible de los paracaidistas alemanes resonó por los campos de batalla durante toda la Segunda Guerra Mundial. De Carentan –en Normandía– a Montecassino –el famoso monasterio italiano–, los Aliados padecieron los sinsabores de lo que suponía tener en frente a unas de las tropas mejor entrenadas de Adolf Hitler. «Son fuerzas de temerario valor, heroicas y disciplinadas», escribía ABC en 1941, durante la invasión de Creta. Cierto es que no rezumaban ideología nazi, pero también lo es que no dejaban de ser las unidades de élite del Tercer Reich y que su líder último era el ‘Führer’.

Por ABC





Por eso sorprende que un tal Bert Trautmann consiguiese el hito de convertirse en jugador del Manchester City tras haber militado en los ‘Fallschirmjäger’ durante la Segunda Guerra Mundial.

Más aún cuando a Inglaterra todavía le escocían los bombardeos lanzados sobre Londres –el llamado ‘blitz’– y, algo más atrás en el tiempo, la evacuación de Dunkerque en 1940. Pero este germano arquetípico –alto, pelo rubio y ojos azules– no solo consiguió dar el salto al futbol profesional, sino también ganarse el corazón de los ‘blues’. Las amenazas iniciales pronto tornaron en aplausos y el odio en devoción durante los 15 años que estuvo en activo.

Paracaidista nazi

Si alguna vez se rodara una película sobre su vida, esta comenzaría en Bremen. Cuentan los autores de ‘The legends of Manchester City’ en su obra que fue allí donde vino al mundo el 23 de octubre de 1923. Ya por entonces practicaba el noble arte del balompié, aunque lo hacía como delantero. A los diez años se unió a las Juventudes Hitlerianas. «A esa edad solo quieres aventuras. Era una organización como los ‘Boy Scouts’. Era divertido, hacíamos mucho deporte. Decir que tan pequeño eres un nazi es una tontería, el adoctrinamiento venía mucho después», explicó en una entrevista en la década de los noventa.

El oficio con el que buscó ganarse la vida fue el de mecánico, y le fue bien. Tanto, como para alistarse en la ‘Luftwaffe’, la fuerza aérea germana, en 1941 para hacerse cargo de los aviones. Aunque su complexión física y la escasez de soldados hicieron que no tardara en pasar a los ‘Fallschirmjäger’. Dentro de la maquinaria de destrucción del Reich, Bert Trautmann participó en la ‘Operación Barbarroja’, el plan maestro de Hitler para hacerse con la Unión Soviética. La realidad, sin embargo, le dio una bofetada cuando vio a los ‘Escuadrones de la Muerte’ de su país asesinar a miles y miles de hombres, mujeres y niños. «Si no hubiese sido tan joven, me habría suicidado», desveló tiempo después.

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