Alex Saab, por Domingo Alberto Rangel

Alex Saab, por Domingo Alberto Rangel

Domingo Alberto Rangel @DomingoAlbertoR

Conocida la partida de Alex Saab rumbo a los Estados Unidos me encontré en una de las pocas librerías que aún tienen sus puertas abiertas, con un conocido que desde su AD lechal había recalado en el partido de Leopoldo López.

El saludo de ese amigo que recuerdo es abogado fue extrañó hasta para mí que siendo una especie de imán para personajes raros me he acostumbrado a conversar desde con gentes que niegan la llegada del hombre a la luna o el Holocausto… hasta personajes que juran la decencia administrativa del interinato.

Este abogado saludó sonriente y picando el ojo al punto que mi compañera enseguida se puso en guardia pensando que se trataba de competencia descarada.





Por fortuna la picada de ojo siguió con la mención a Saab y una frase relacionada con comer dulce de lechosa en diciembre… también un “ahora sí”.

En nuestra casa familiar las fiestas decembrinas, merced a la buena cocina de nuestra madre, eran comilonas donde a veces aparecía el fulano dulce de lechosa compitiendo con otras exquisiteces más elaboradas… pero hasta allí porque nunca asociamos ese plato con la celebración de eventos largamente esperados.

Del amigo nos despedimos no sin recordarle que cada vez que apresan un alto funcionario del gobierno… o salta alguno la talanquera… se repiten las mismas frases “cantará como un canario” o “después que hable fulano esto se viene abajo”.

Tanto la mención del dulce de lechosa por la prisión en USA de Alex Saab, como la fábula del país rico –que no lo es ni lo ha sido- son parte de la misma mentalidad caudillista… poco democrática o científica si se quiere… que asocia cambios complejos… que no se dan de un día para otro y que tampoco se explican por un hecho como que Saab ahora esté en los Estados Unidos acusado de lavado de dinero.

Si uno analiza bien la situación es tonto creer que Saab sepa secretos los cuales las agencias de inteligencia gringa ignoren… pero… por algo lo atraparon y se lo llevaron “al norte”.

Y esa explicación al hecho es lo que falta en el discurso opositor, por el momento enredado en los meandros del diálogo mexicano y la preparación del dulce de lechosa que por lo visto sustituye en diciembre al día de Acción de Gracias yanqui que pronto viene.

Entiendo que la aparición de Alex Saab debe haber desatado una mezcla de rabia o desazón no solo en la oposición sino entre algunas de las facciones de gobierno que no entienden cómo un advenedizo si se quiere… puede amasar en tan corto tiempo mucho dinero como para vivir al estilo de estrellas del rock, futbolistas o peloteros.

Pero allí está la explicación del por qué se detiene Alex Saab en una operación llena de errores procesales… cuando la orden de Interpol estaba a nombre de otra persona… para no repetir el mantra del gobierno sobre el carácter diplomático de la misión… que si lo es pero después de tantos disparates es asunto casi secundario.

A mi entender la política estadounidense respecto a mi país lamentablemente seguirá dando tumbos y a Saab los colombianos exigían que lo pararan… por el mal ejemplo que le da a empresarios medios de ese país… que han visto como el ahora diplomático nuestro… se hizo millonario en dólares… de la noche a la mañana… comerciando con el gobierno venezolano.

Alex Saab solo se explica por las sanciones que unilateralmente y saltando convenios de la ONU aplica USA contra nuestro país y su economía.

Y allí uno que es libertario queda obligado a protestar por la violación de la libertad de comercio evidentemente trasgredida.

Pero también por la opacidad de la operación Saab porque nadie sabe cuánto se ganó buscando importar alimentos y medicinas para el gobierno venezolano.

Esta violación al libre comercio se puede protestar más allá de las ideologías porque igual la podría rechazar un adeco, un comunista o un conservador.

Pero volviendo al punto del dulce de lechosa y el pensamiento mágico, caudillista y primitivo –compartido con casi todos los dirigentes del gobierno- que asocia los cambios requeridos por nuestro país a la aparición de un líder carismático… no importa si es vagabundo o mala persona… o ambas cosas y también inexperto a todas luces y no estoy haciendo un identikit del ex diputado Guaidò… como lo haría cualquier patriota… lo veo como algo rechazable.

Allí más que en las divisiones de la oposición o los abusos de poder del gobierno… veo la mala salida ante la próxima elección.

Sin embargo… no todo está dicho y si uno fuese del gobierno evitaría contar los pollos antes de nacer.