Luis Barragán: Tarea de universidad, tarea de venezolanos

Luis Barragán: Tarea de universidad, tarea de venezolanos

Luis Barragán @LuisBarraganJ

¿Cómo no van a perder la universidad, si no luchan por ella? Es la más elemental y benigna pregunta que debe soportar el que ahora se atreve a lanzar un Tweed dominical manifestando su preocupación, porque Sartenejas ha caído en manos de la roja villanía.

Por supuesto que tampoco se la responderá, ni siquiera confidencialmente, a sí mismo, porque ello implica el esfuerzo sobrehumano de entender o de tratar de entender cuál es la naturaleza, el propósito y los alcances de un régimen que supuso y sólo supuso, le fastidiaría la vida a los demás. Y, en el caso que fastidiara la propia, petróleo y brujo hay de sobra para enderezar el inevitable camino del éxito personal, pues, para eso hay bastante simpatía natural aunque no haya sido precisamente el motor de la libertad americana en el siglo XIX.

La Universidad Simón Bolívar sigue bregando por su mismísima e indelegable existencia y, aunque es inmenso el poder del madurismo, no le ha sido nada fácil doblegar a la Asociación de Profesores y a su titular que ha articulado en todo lo posible los esfuerzos para que haya – sencillamente – universidad capaz de defenderse a sí misma. Esto último, todo un logro.





Increíble, las autoridades ahora salientes apostaron por el más cuestionado de sus miembros, encargándolo del rectorado como sólo como podía hacerlo el CNU, esperando por unas elecciones como las desearían las autoridades ministeriales, si es que sienten la necesidad o el ocio de hacerlas algún día de acuerdo al TSJ. Todavía nadie sabe del paradero periodístico de la dirigencia estudiantil y de la de los egresados en la búsqueda de una interjección, así sea por extravío.

La lucha por la universidad de Sartenejas no concluye, porque las autoridades reciente y sectariamente impuestas, son provisionales y en un plazo determinado deben ser sustituidas por las electas de conformidad con el artículo 109 constitucional, la Ley de Universidades y el Reglamento Interior de la Casa de Estudios. Es la tarea pendiente en defensa de la autonomía universitaria y de la libertad académica. Vale decir, ¡es tarea de venezolanos!