La estrategia de Meghan Markle y el príncipe Harry sobre el nombre de su hija

 

Lilibet “Lili” Diana Mountbatten-Windsor, llamada así en honor a la abuela del príncipe Harry, la reina Isabel, y su difunta madre, la princesa Diana, nació el 4 de junio en el Hospital Cottage de Santa Bárbara, en California. Este martes se supo que la pareja real registró dos dominios con el nombre de su pequeña, uno de ellos días antes de su nacimiento, por lo que se vuelve a especular si la reina Isabel II les permitió utilizar su apodo para la pequeña nacida en EEUU.





Por Infobae

LiliDiana.com se registró el 31 de mayo y LilibetDiana.com el día 4 de junio, que es precisamente cuando vino al mundo el bebé, informó el Daily Mail. Así los duques de Sussex se aseguraron poder utilizar ese nombre en internet y también, quizá, con futuros usos filantrópicos o comerciales.

Un portavoz de los duques de Sussex confirmó la noticia en un comunicado enviado a varios medios y explicó el motivo. “Como es costumbre entre personajes públicos, se compraron un número significativo de dominios y otros nombres que fueron considerados, para protegerlos contra una posible explotación una vez que escogieran el nombre y lo compartieran”.

Tras el nacimiento de su hija, el príncipe Harry insistió en que le había consultado a su abuela acerca del nombre antes de anunciarlo, pero desde el Palacio de Buckingham lo negaron. Los duques insistieron con su versión y llegaron a argumentar que decir que no le habían comentado nada a la reina era “falso y difamatorio”.

“El duque habló con su familia antes del anuncio; de hecho, su abuela fue la primera persona a la que llamó cuando nació su hija”, llegó a decir un portavoz de los Sussex a la BBC. “Durante la conversación, él compartió su deseo de llamar a su hija Lilibet en su honor. Si ella no se hubiera mostrado alentadora al respecto, ellos nunca hubieran usado ese nombre”. Pero la Casa Real lo volvió a negar.

El reencuentro de Harry con la familia real

William, Peter Phillips y Harry en el castillo de Windsor (Reuters)

 

La inauguración de una estatua de su madre Diana el mes que viene en Londres será la ocasión para los príncipes William y Harry de “romper el hielo” y reconciliarse, estimó el periodista Omid Scobie, autor del exitoso libro “Finding Freedom” sobre el duque de Sussex y su esposa Meghan Markle. Según él, “ya vimos un poco [este acercamiento] tras el funeral” del príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II, en abril.

Para esa ocasión, Harry viajó al Reino Unido desde California, donde vive con Meghan y sus dos hijos. Su visita, sin su esposa, se produjo en un contexto tenso, semanas después de una explosiva entrevista en la televisión con Oprah Winfrey, en la que denunció el racismo y la falta de apoyo de la familia real.

Aunque los hermanos vuelvan a hablarse tras los funerales de su abuelo, para Omid Scobie, todavía quedan “muchos temas de discusión”. El periodista considera que la inauguración de la estatua “mostrará que los dos son capaces de ser cordiales y respetuosos cuando se trata del acordarse de la vida de su madre, pese a sus diferencias”.

Siempre será lo que tengan en común, esta pasión compartida por mantener viva la herencia de Diana”, añadió.

Los dos hermanos escogieron juntos al artista Ian Rank-Broadley para realizar esta escultura, que rinde homenaje a su madre, fallecida en 1997 en un accidente de tránsito en París cuando estaba siendo perseguida por paparazzis.

La obra se instalará en los jardines del palacio de Kensington, donde viven los duques de Cambridge y sus tres hijos, el 1 de julio, cuando Lady Di hubiera cumplido 60 años.

Al llegar al Reino Unido, Harry deberá hacer una cuarentena a pesar de presentar, antes de abordar, una prueba PCR negativa. Todo indica que el nieto de Isabel II ya tiene preparado el lugar en el que pasará el aislamiento obligatorio. Su prima, la princesa Eugenia, le abrió las puertas de Frogmore Cottage, tal como lo hiciera en abril cuando Harry viajó para el funeral de su abuelo, el duque de Edimburgo.

Para no poner en riesgo ni a su prima, ni a Jack Brooksbank -esposo de Eugenia-, ni al pequeño August, de cuatro meses; han decidido separar la propiedad (de cinco habitaciones) en dos secciones, según informa este martes el diario The Sun.