Marcos Hernández López: El tóxico anti liderazgo

Marcos Hernández López: El tóxico anti liderazgo

Marcon Hernández López @Herconsultores

Breve caracterización según opinión de expertos de un anti líder: 

1- Actúa por sobre encima de los demás. Pedante, soberbio y hasta hostigador en forma permanente, se siente superior y con atribuciones para denostar a los demás, a quienes considera súbditos.

2- Se adjudica los méritos de otros. Jamás reconoce un trabajo bien hecho; felicitar no entra dentro de sus parámetros; y toma la delantera atribuyéndose el lucimiento. De paso, deja más abajo a los demás.





3- Ejerce presión sin sentido. Como lo único que le interesa es sentirse en control, el anti líder pondrá en marcha todos sus mecanismos para tener a todo el mundo a su alrededor en un estado de tensión y nervios permanente.

4- Hace aportes irrelevantes. Sin embargo, obliga a los demás a escucharlo con atención, y, frente a los superiores, éstos lo destacan como un ejemplo de entrega y dedicación.

5- Abusa del poder. El mobbing es cada vez más frecuente en las organizaciones. Un anti líder puede pedir cualquier cosa con tal de que su presencia se note. Tiene una mirada fría y calculadora, aun utilizando palabras dulces. Es un lobo disfrazado de cordero.

6- Odia a quienes pueden hacerle sombra. 

Ahora bien, en analogía a lo anterior un anti líder político es una persona que representa exactamente lo opuesto a los atributos que caracteriza a un verdadero líder político. El anti líder político es tan nocivo que pueden destruir cualquier proyecto político por sus posturas y naturaleza humana. En una primera síntesis, qué es un anti líder, son aquellos jefes que se quedan con todos tus logros, sin reconocer nada de tus aportes o cualidades.

Visualizando nuestro contexto político, es innegable, sin un líder “fuerte” y “carismático” indiscutible, el chavismo / Madurismo “ha mantenido su identidad, pero tuvo que cambiar su estructura mental, por el tipo de liderazgo que ejerce Nicolás. La acelerada decadencia de su capital político se centra en la ausencia de liderazgo del propio Maduro, no transmite el mismo respeto que generaba el extinto comandante Chávez en sus seguidores, no obstante, se revela en nuestros estudios de opinión pública que el elector chavista fue solidario de manera automática con la solicitud que hizo en su momento histórico el mandatario nacional a sus seguidores para que le dieran su respaldo incuestionable Maduro. Sin embargo, ese sentimiento de compromiso con el devenir de los años pareciera que se desconecta cada día y de manera “hemorrágica”. 

Los resultados de nuestras investigaciones también ratifican la acelerada pérdida de apoyos liderazgos opositores, pero en especial hacia Maduro por ser el arquetipo del anti líder político. Evidentemente, son varios los factores que potencian la decadencia del capital político rojo, por ejemplo, el origen de su legitimidad más el descontento generado por la grave situación económica, percepción que ahora es compartida por la mayoría de los venezolanos sin distingo de color político. 

Los grandes anuncios Maduro en materia económica, según los especialistas de la macroeconomía, son superficiales y narrativas soñadoras para superar la crisis que atraviesa Venezuela. Sin embargo, el régimen estratégicamente aún utiliza el discurso redentor hacia los estratos sociales D/E a través del poder mediático para llevar un mensaje totalmente diferente sobre la realidad económica, la revolución ha dedicado grandes cantidades de recursos financieros en campañas Tv, radio, redes digitales y otros medios de comunicación para alcanzar ese objetivo, parece no haber avanzado más en su propósito de convencer a los venezolanos de que las insuficiencias que enfrenta su gestión es el resultado de una estrategia de desestabilización y bloqueo económico emprendido por la oposición endógena y exógena, el imperio y sus aliados para derrocarlo.

En una segunda síntesis, vivimos dentro de un país con dinámicas perversas y contradictorias con un “presidente” sin liderazgo, ha logrado perder un significativo capital político que el chavismo tenía acumulado en años, todo debido a las agudas crisis económica, política y social. Maduro escogió el camino del anti líder, en su acción política y practicas eligió el estilo autoritario le hace creer a sus liderados casi a diario que no es ese tipo de líder porque intenta agradarlos mostrando preocupación y lucha por la justicia social que merecen los invisibles, pueblo. 

 

Marcos Hernández López Presidente de Hercon Consultores

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