Nicolás Maduro aprovechó la reciente ola de denuncias de abuso sexual en Venezuela para intentar lavar su imagen y hacer olvidar los reclamos por garantizar los derechos de las mujeres más vulnerables.
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“Vamos despatriarcalizando”, dijo Maduro en referencia al accionar del Ministerio Público, a su entero servicio, ante los múltiples reportes y confesiones en redes sociales.
Maduro apeló a la tesis chavista que garantiza una supuesta “revolución feminista”, con la cual pretende adjudicarse una justicia que muchas víctimas no conocen todavía.
“Me siento feliz cuando nombro a una mujer ministra. Me hace feliz”, expresó ante las cámaras de la televisora estatal. “Tenemos que aprender a querernos”, agregó Maduro.
El emblemático y estremecedor caso de Linda Loaiza o los atropellos contra la juez María Lourdes Afiuni, son solo algunos ejemplos de que el régimen chavista ignora e incluso alienta las injusticias contra la mujer venezolana.