Los Runrunes de Nelson Bocaranda

ALTO ¿LA ANTIBLOQUEO?

La embajada de Venezuela en Moscú organizó el pasado viernes 13 un encuentro con empresarios de alto nivel presidido por la vicepresidenta Delcy Rodríguez, quien llegó un día antes a la capital rusa. Delegados de numerosas empresas participaron en el evento, que tuvo lugar en un hotel del centro de Moscú; entre ellas la petrolera Tatneft, que ofreció la construcción de refinerías petroquímicas y la producción de gas y petróleo; y el Grupo Rushydro, un conglomerado que propuso dotar a la central hidroeléctrica Simón Bolívar, antes conocida como la Represa Raúl Leoni, de un sistema que controle su estado técnico.





En ese momento Maduro y sus portavoces atribuyeron el hecho a un ataque cibernético y electromagnético del que responsabilizaron a Estados Unidos. ¿Las pruebas? Ninguna (en eso se parecen tanto a Trump y sus pruebas de fraude). Aparte del factor principal como ha sido la creciente y enorme corrupción roja-rojita en 21 años -que ha hecho millonarios a varios militares del más alto círculo de confianza de Chávez y Maduro-, añádale la desidia, el abandono y el despido de personal calificado.

Lo más significativo del encuentro en Rusia fue la oferta de entregar algunas empresas del Estado -o las expropiadas al sector privado que producían y fueron desmanteladas por los encargados- sin ninguna licitación u oferta, proyecto o programa, trámite o impedimentos de por medio, utilizando la nueva e ilícita Ley Antibloqueo.

¿UNIDAD MILITAR?

En otros puntos de los acuerdos “reafirman el compromiso de seguir desarrollando la alianza bilateral en el plano multilateral en defensa de la paz, en rechazo a las injerencias del extranjero y a las medidas unilaterales coercitivas, en defensa de los principios que rigen el derecho internacional, a pesar de las maniobras y presiones que EE. UU. y sus gobiernos serviles ejercen en el marco de los organismos multilaterales… Hacer énfasis en los esfuerzos sostenidos del Gobierno bolivariano en la protección de los derechos del pueblo, a pesar de las acciones del gobierno estadounidense encaminadas a obstaculizarlo”.

Reafirman “el apoyo a las gestiones que el Gobierno ruso viene desarrollando con miras a alcanzar la pacificación en los conflictos de Siria, Libia y Nagorno-Karabaj”. Se muestran agradecidos por la reapertura de la ruta aérea Moscú-Caracas. Y vuelven a “reafirmar el compromiso de seguir desarrollando la alianza bilateral en el plano multilateral en defensa de la paz, en rechazo a las injerencias del extranjero y a las medidas unilaterales coercitivas, en defensa de los principios que rigen el derecho internacional, a pesar de las maniobras y presiones que EEUU y sus gobiernos serviles ejercen en el marco de los organismos multilaterales”.

¿QUÉ URDEN?

En la reunión –a solicitud de Maduro a Putin- comenzaron “agradeciendo el respaldo del Gobierno ruso, con las posiciones asumidas en defensa de la soberanía y la independencia de la República Bolivariana de Venezuela ante las nuevas acciones de chantaje y amenazas de uso de la fuerza de EE. UU. contra el gobierno constitucional venezolano y sus autoridades”.

Desde Moscú un periodista ruso -amigo de varios años- me hizo llegar unos aspectos de los acuerdos que indican la “aaaperturaaaa” del gobierno de Maduro a cualquier planteamiento, negocio o cooperación que allá se urda. En el documento que firmaron resaltan “la importancia que tiene para nuestro país la aplicación de la Ley Antibloqueo como una propuesta orientada a facilitar la reactivación de la cooperación bilateral, en campos tan importantes como el comercial, científico tecnológico y agrícola; como parte de la estrategia para sortear los efectos de las medidas unilaterales coercitivas contra nuestro país, y exponer la nueva ‘ventana de oportunidades’, dirigida a todos aquellos nuevos actores económicos y productivos rusos que estén interesados en realizar inversiones en el país”.

Al mismo tiempo expresaron gratitud por “el apoyo brindado por el Gobierno ruso al suministrar insumos médicos para el combate de la pandemia de COVID-19; y destacar la forma heroica en que nuestro país viene conteniendo la propagación del virus, mostrando una de las más bajas cifras de contagios y fallecidos de la región latinoamericana, a pesar de las sanciones y el bloqueo actuales”.

También reiteraron “el agradecimiento del pueblo venezolano por las expresiones de las autoridades rusas en respaldo del Gobierno nacional en ocasión de la realización del proceso eleccionario parlamentario del 6 de diciembre de 2020, para el cual se han extendido invitaciones a varias personalidades rusas para que participen en el acompañamiento internacional como observadores”.

La farsa que están montando tendrá toda la promoción y la propaganda en los medios rusos y sus grupos de “influenciadores” en las redes sociales.

DOS INVESTIGACIONES

Recomiendo en nuestro portal Runrun.es dos trabajos de investigación hechos por nuestros periodistas sobre el clan de venezolanos contratistas rojos rojitos que refugian sus fortunas en República Dominicana. Y el otro sobre el esfuerzo que hacen los médicos venezolanos para seguir ejerciendo pese al miedo de contagio.

MEDIO ¿SALUD Y MUERTES?

La farsa de la salud sigue vigente a pesar de la pandemia. En los 47 hospitales centinela, solo el 51 % cuenta con los kits de bioseguridad, necesarios para proteger al personal médico expuesto al virus. En el 28 % de los hospitales los kits están incompletos y en 15 % no hay. “Hospitales sin defensas” es parte de un trabajo en runrunes con más detalles.

Igualmente se demuestra que la gestión de Nicolás Maduro se ha empeñado en mostrar un manejo perfecto de la pandemia de SARS-CoV-2 y la enfermedad que causa, COVID-19. Sin embargo, en su afán de control dejaron un cabo suelto: que la curva de decesos evoluciona en paralelo con la de casos positivos, es decir, si aumentan los contagios aumentan las muertes.

Desafiando la lógica epidemiológica, los decesos en Venezuela repiten un patrón constante que se expresa en una franja recta imposible de justificar a menos que se trate de cifras manipuladas.

Las muertes por COVID-19 en Venezuela tienen una peculiaridad: desde el inicio de la pandemia, el número diario de muertes reportadas por la gestión de Nicolás Maduro ha oscilado invariablemente entre cero y doce fallecidos. Nunca más de 12 y, curiosamente, jamás 11. Este patrón se repite independientemente del número de casos positivos que anuncien. Tras siete meses de pandemia siguiendo a rajatabla esa lógica, las muertes oficiales para el 15 de octubre sumaron 720 personas.

Entre el 13 de marzo y el 15 de octubre transcurrieron 217 días con reportes oficiales de casos y fallecimientos en el país, ofrecidos por la Comisión Presidencial para el Control y la Prevención de la Covid-19. En ese período, fueron más las veces que el gobierno venezolano reportó cero decesos (37,33 %). En segundo lugar está el reporte de ocho fallecimientos (8,76 %), y en tercero está el reporte de seis muertes por COVID-19 (7,83 %).

Por cierto que el tema es propicio para contarles que una encuesta de la organización Médicos Unidos de Venezuela arrojó que más del 70 % de los grupos de trabajadores de la salud presentan síntomas de ansiedad y depresión.

CABO VERDE Y CABOS ROJOS

Varios socios de Alex Saab -entre ellos estarían Álvaro Pulido y otros dos que operaban con las cajas CLAP desde México- ya habrían contactado con abogados en Estados Unidos para colaborar en las pesquisas sobre el preso en Cabo Verde. Ello, con el propósito de disminuir su penalización si aportan datos importantes de los corruptos negocios bajo el esquema de importación de alimentos y otros rubros con el colombiano aún detenido en Cabo Verde.

Esta información se la pasaron a Saab pretendiendo que acelere su deportación a EE. UU., pues si no las pruebas de sus socios le quitarán importancia, es decir valor, a sus declaraciones ante el juez de la causa en Miami. Eso significa que le disminuirían posibilidades a un mejor arreglo si es posterior al de otros involucrados.

¿MAESTROS DEL ENGAÑO?

La colega Marianna Párraga, de Reuters, lanzó un tuit que deja ver muchas de las tramas que han inventado los corruptos de Irán, Rusia y Venezuela: “¿Quiere saber cómo los compradores fantasmas en #Rusia y las tácticas de envío copiadas de otra nación sancionada, #Irán, se han convertido en el bote salvavidas de Venezuela para mantener el flujo de petróleo a los mercados bajo las #sanciones de Estados Unidos? Te mantendré informado”.

Su reporte en la agencia Thomson-Reuters da cuenta de cómo el pasado 21 de agosto un petrolero llamado Otoman atracó en la terminal petrolera de Jose en la costa de Venezuela para cargar 1,82 millones de barriles de crudo pesado, según documentos internos de la petrolera estatal. El petrolero Elisabeth Knutsen, posteriormente etiquetado como “Knut” y uno de varios petroleros mal identificados contratados por compañías fantasmas para exportar petróleo desde Venezuela, fue visto anclado frente a Las Palmas, cerca de las Islas Canarias, antes de partir hacia la terminal de José de Venezuela, operada por el Estado. Sin embargo, ningún petrolero con ese nombre está registrado en las principales bases de datos de envíos mundiales.

Para enturbiar aun más la situación, el identificador único del Otoman que figura en los documentos, un número utilizado por la Organización Marítima Internacional para identificar a los barcos, fue asignado a otro petrolero llamado Rubyni, según las bases de datos. El Rubyni se disolvió hace dos años, registran.

La identificación errónea del Otoman no es un error aislado, según documentos de la empresa vistos por Reuters, bases de datos de envío y registros corporativos, así como entrevistas con funcionarios estatales iraníes y cuatro personas cercanas al productor estatal de petróleo, Petróleos de Venezuela SA (PDVSA).

Desde que Estados Unidos impuso sanciones a Venezuela en 2019, la firma estatal y algunas agencias navieras han estado ignorando los protocolos para verificar la identidad del petrolero, dijeron fuentes cercanas a PDVSA. Esto es parte de una cortina de humo que, según un funcionario iraní, Teherán ha ayudado a desarrollar para que las exportaciones de petróleo de Venezuela puedan continuar.

Aquí el link al trabajo de Marianna Párraga: Informe especial: compradores de petróleo fantasma en Rusia, consejos de Irán ayudan a Venezuela a eludir las sanciones.

 ¿LA DECENCIA AL PODER?

En un artículo del diario El País de Madrid bajo el título “La victoria de la decencia” escrito por Yascha Mounk, profesor de la Facultad de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins y autor del libro El pueblo contra la democracia, este autor señala que los estadounidenses han dado la presidencia de Estados Unidos a Joe Biden, un hombre moderado que defiende los ideales progresistas sin menospreciar al contrario ni alimentar el extremismo.

En otro párrafo advierte: “Si en 2016 los estadounidenses premiaron la ira y el extremismo, en 2020 han dado la victoria a un hombre moderado que defiende los ideales progresistas sin menospreciar a los conservadores, y que cree que se puede ser sincero respecto a los defectos del país y, al mismo tiempo, estar orgulloso de sus puntos fuertes. Biden ha ganado porque ha reconocido que la mayoría está mucho menos hambrienta de extremismo político de lo que los presentadores de los informativos por cable del país y las celebridades de las redes sociales parecen creer”.

Otro segmento: “Apartado del poder, Trump hará cuanto esté en su mano para sacar lo peor de Estados Unidos. El país sigue estando profundamente dividido. La Administración entrante no tiene ni un momento que perder para reparar el daño causado por los últimos cuatro años y restablecer la reputación del país en el mundo”.

Cierro con esta cita: “Pero tras cuatro años de intimidación y vergüenza, es el momento de la esperanza y el orgullo. Estados Unidos ha impedido que un populista autoritario destruya sus instituciones democráticas. Su ciudadanía ha concurrido en un número sin precedentes para demostrar que, aunque sea por escaso margen, Trump no es la verdadera cara de este país. Por eso, debemos atrevernos una vez más a ser optimistas con respecto a la posibilidad de construir una democracia próspera e inclusiva que, cada año que pase, esté más a la altura de sus grandes ideales”.

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