José Luis Monroy: Adiós Lenin

Hola que tal mi gente, Octubre de 1989 no era el mejor momento para entrar en coma viviendo en la República Democrática Alemana, y eso es precisamente lo que le ocurre a la madre de Alexander Kerner , Christiane, una mujer orgullosa de sus ideas socialistas y miembro del Partido Socialista Unificado de Alemania. Entregada a la política tras el abandono y huida de su marido a Alemania Occidental, pierde el conocimiento al ver a su hijo metido en disturbios a raíz de una manifestación en contra de Erich Honecker, con la política del estado que tanto admira.

Alex se ve envuelto en una complicada situación cuando su madre sale del coma ocho meses después. Ninguna otra cosa podría afectar tanto a su madre como la caída del Muro de Berlín y el triunfo del capitalismo en su amada Alemania Oriental, y ya advertido por el médico de dejarla en reposo y sin grandes disgustos, para evitar una posible recaída, ocultará a su madre lo sucedido mientras ella estaba enferma: el Muro de Berlín ha sido derribado y la reunificación alemana se ha ejecutado bajo el mando de la capitalista Alemania Occidental. Para ello Alex, con ayuda de su amigo Denis (un aspirante a cineasta de Berlín Occidental), montará una serie de falsos telediarios, en los que escribirá su propia historia del país.





Por eso, para salvar a su madre, Alex convierte el apartamento familiar en una isla anclada en el pasado, una especie de último bastión del socialismo en el que su madre vive creyendo que nada ha cambiado. Lo que empieza como una mentira piadosa se convierte en una gran estafa cuando la hermana de Alex y algunos vecinos se encargan de mantener la farsa para que la madre de Alex siga creyendo que nada había cambiado. Una de ellas es Lara, una enfermera soviética que Alex enamora durante el coma de su madre.

Algunos sucesos hacen dudar a Christiane sobre lo ocurrido: descubre que frente a su ventana se despliega un enorme cartel publicitario de Coca Cola y luego ve que una estatua de Lenin es trasladada de su pedestal. En cuanto puede salir a las calles, Cristiane descubre que sus vecinos han comprado muebles nuevos y que no usan el mobiliario típico de la RDA, por lo cual Alex debe inventar nuevas mentiras para evitar un gran disgusto a su madre. Para relajar a la familia, Alex lleva a Christiane, a su hermana y al novio de ésta a un paseo campestre, donde Alex se entera que su padre, Robert, trató de huir a Alemania Occidental con toda su familia en 1978 pero que Christiane temió perder a sus hijos si el plan fallaba, por lo cual a último momento rehusó acompañar a su esposo, de lo cual se arrepintió después. Poco después sufre Christiane un nuevo infarto y es ingresada en el hospital, situación que aprovecha Alex para falsear un nuevo telediario: en esta ocasión convence a Sigmund Jähn (el primer astronauta germano-oriental) que lo descubre trabajando como taxista, para que se haga pasar por el nuevo “presidente de la RDA” y con su discurso proclame “la necesidad de unirse con Alemania Occidental” para así poner fin de manera suave a las mentiras creadas para cuidar a Christiane.

No obstante, durante su estancia en el hospital, Lara le revela a Christiane todas las transformaciones políticas de los últimos meses. Poco antes de morir, viendo uno de los últimos telediarios falsos de Alex, Christiane es consciente del montaje que su hijo le ha preparado por amor; conmovida por el empeño de Alex en crear una realidad paralela sólo para no disgustarla, Christiane se niega a revelarle que ella ya conoce la realidad de los hechos.

La película aunque en términos de comedia, es una crítica constante al socialismo, y es que a 30 años de la caída del muro de Berlín todavía hay quienes crean que ese un sistema para el bienestar de un país, es obvio que no, lo que lleva el socialismo es atraso y hambre, y una muestra es Venezuela, como es posible que este país ya lleve 20 años de algo que hace rato el mundo moderno aborrece, quizás aquí también haya personas como la madre de Alex que cuando caiga este régimen, todavía las veamos, aferradas a esa ideología perversa, a su partido único, sus camaradas y toda esas estupideces de la izquierda, ya hora de que se sacuda esa maldición que significa el socialismo, es de quitarse la venda, de entrar en un nuevo mundo, necesitamos derribar el muro cultural.

Es hora de que asumamos ya el destino de entrar en la modernidad y sacarnos esta desgracia de encima, no se justifica que todavía estemos así, ADIOS LENIN, pronto tendremos que decir ADIOS CHAVISMO, SOCIALISMO, COMUNISMO.

¡Como siempre, usted elige! ,
#ElLiderEresTu
@joseluismonroy