Sanciones faltan, el choque que viene, por @ArmandoMartini

Sanciones faltan, el choque que viene, por @ArmandoMartini

Armando Martini Pietri @ArmandoMartini

Especularan sobre ruidos de sables, escandalosas botas de combate, estridentes bayonetas, risibles uniformes, ¡no! es sonido desagradable pero ineludible de golpes al cuerpo y cara aun silenciosos, pero que sonarán. Contienda necesaria por lidiar, careo entre los que se la juegan a diario, investigan, reclaman, denuncian, actúan con valentía y coraje, ponen rostro, tranquilidad personal, destino y futuro. En el otro, asustadizos, cínicos de caretas y antifaces que varían dependiendo de cuál perro ladre, de conciencia liviana, manos codiciosas, bolsillos ágiles, cuentas encubiertas, lamen y chupan de toda piel a su alcance, vuelan rápido, sin dilación ni piedad, representantes de intereses, no de principios, valores y buenas costumbres ciudadanas.  

Existe confusión y condicionada interpretación, hablar mal de adversarios ocasionales, clandestinos oficialistas o críticos que ven delitos estén donde estén los delincuentes, significa apoyar los que se presentan como contrarios, roban, se burlan, manipulan, engañan, juegan con la buena fe y esperanza de quienes desean salir de la ignominia que nos oprime. Calificados de infiltrados, divisionistas, G2 cubano, asalariados del régimen castrista madurista, radicales sin oficio, guerreros del teclado y cuanta falsedad se ocurra, intentando desacreditar a un sector democrático ciudadano.

Entonces ¿qué hacer?, denunciarlos, es lo correcto. Sin alarmar ni alarmarse. Jamás aplaudir y menos callar, ante miserables que usan y aprovechan el dolor ajeno para beneficio propio. Minoría entre dirigentes, mayoría ciudadana, inferioridad a niveles de desabastecimiento en la masa atrapada entre fuego y represión, ésa que vociferan “pueblo”, conjunto putrefacto pero real, con pegajosa elasticidad.





Estorbo utilitario, hipócrita, que se “opone”, pero no coloca sus manos de palmas hacia abajo sino hacia arriba, se arrodilla, clama sacrificios, siembra falsas esperanzas, mientras coloca espalda y trasero de soporte para extender arrugas, oxigenar alientos, que aparece en fotografías calculadas armónicamente difundidas, sonrisas refulgentes de complicidad, expresiones de estudiante no atento al maestro sino a lo que hará cuando obtenga el título. Alumno que no necesita aprender, sólo desea el diploma, alardear de doctorado, enriquecerse a cualquier costo, empezando por la conciencia.

Cuando se contraponga políticamente a los ambidiestros, falsos y pusilánimes acomodaticios, se organice afianzado en vecinos y amigos, soliciten e impongan sanciones directas a cómplices, enchufados, bolichicos, cleptómanos del tesoro público, se diga lo que se tenga que decir sin miedo, comenzaremos a ver luz. El chantaje unitarista es irracionalidad.

Oposiciones existen y subsisten, ha ocurrido, son parte de la historia venezolana que, leída con detenimiento, muestra nombres; en tiempos modernos evidencias digitales, de quienes son adversarios sinceros, profundos, y cuáles los que cohabitan disimulados, aumentando su patrimonio. Deben enfrentarse, confrontarse para aliviar al país como lo hace el purgante fuerte con el intestino inmóvil. A las dictaduras no se les concede tregua porque ellas tampoco dan.

Esa resistencia complaciente, de conveniencia y beneficio, no es enemigo sencillo, peor, es un cáncer, subestimarlo sería un grave error; su habilidad es la astucia, no perdonan, capaces de cualquier fisonomía y actitud. Pero -nadie es perfecto- la debilidad es la insaciabilidad, glotonería, codicia, no tienen paz con la miseria, siempre ambicionan más y por esa ruta son detectados.

Cuidado no es enemigo pequeño, son malos, dispuestos a pelear, defender el dinero desfalcado, posición y privilegio. No presentarán batalla limpia, son impúdicos, sin remordimientos, repletos de vileza, una vez que se dobla la espalda, nunca endereza. Puede que dentro del follaje se camuflajeen, retumben sus voces y se confundan con reclamos de franqueza.

No obstante, fuera de fronteras el panorama es transparente. El modelo de mafia comunista de aniquilación se apoderó de las instituciones. El socialismo es miseria, atraso. No sólo sustituir a Maduro sino proscribir el sistema que nos hundió en la desgracia, indigencia y desolación. Afortunadamente, gobernantes, cancilleres, diplomáticos, analistas, investigadores, periodistas, observadores distinguen pormenores, referencias, talanqueras y saltos con más claridad, esperan impacientes, que la ciudadanía concluya, se decida a detectar sus vigas y sucio en los ojos. Conocida la percha, diagnosticada la enfermedad, viene el catártico, aunque nauseabundo, deshonre y ensucie. Eliminados los tarugos de la visión, el camino tendrá luminosidad.

A la tiranía absolutista y despótica, no se le agota el tiempo. Su duración lo decide el atrevimiento, valor, voluntad de libertad que tengan los ciudadanos oprimidos. La hipocresía de lo políticamente correcto y demás subterfugios filosóficos gramaticales, adulterando mensajes, han conseguido que los venezolanos desconozcan, no perciban el daño colosal que el colaboracionismo conviviente, le ha hecho a la lucha democrática y libertaria.

Sin embargo, hay una esperanza inspiradora. ¡Los ciudadanos dejaron de ser ciegos vigilantes!  

@ArmandoMartini