David Morán Bohórquez: Pdvsa and Corpoelec unplugged

David Morán Bohórquez: Pdvsa and Corpoelec unplugged

Refineria de Amuay, estado Falcón | cortesía

 

Marzo será recordado en el mundo entero como el mes de la oscurana en Venezuela. Una sucesión de apagones generales develaron lo que técnicos independientes habían denunciado durante años: El Sistema Eléctrico Nacional (SEN) está destruído, saqueado por la corrupción socialista, desprofesionalizado, politizado, sin capacidad financiera para adelantar unas mínimas inversiones.

Maduro decidió remover al inamovible ministro Motta Domínguez “Quiero agradecer al compañero (…) Motta Domínguez. Le han tocado cuatro años de guerra incesante al frente del ministerio eléctrico y de Corpoelec. Le he pedido que descanse un tiempo, le he pedido que se prepare para otras responsabilidades en el campo de la revolución”, dijo Maduro. Motta no salió esposado y preso como procedía, le pidieron “descansar” a quien destruyó activos de la nación por varios miles de millones de dólares.





Maduro con una palmadita en la espalda a Motta inaugura una nueva y terrible realidad: La electricidad en Venezuela será intermitente y racionada. Con ellos nunca será permanente como en cualquier país del mundo.

Pdvsa unplugged

Los apagones también apagaron (desenchufaron) la producción petrolera de Venezuela, que durante los 10 días de ausencia de la electricidad del Guri, bajaban los barriles diarios a menos de 500 mil producidos. En Marzo, según la encuesta Platts se produjo en promedio de 740 mil barriles diarios, lo más bajo en 16 años de la encuesta, a excepción de enero de 2003, cuando en medio de una huelga general, la producción nacional cayó a 650 mil b/d.

El proceso de destrucción de Pdvsa y de la Industria Petrolera Nacional es muy anterior a los apagones de marzo. En 2013, año en el que Maduro tomó las riendas del país, la producción de petróleo crudo de Venezuela promedió 2,9 millones de barriles diarios con exportaciones de 1,9 millones de barriles diarios.

Las refinerías, las plantas de distribución, plantas de compresión, oleoductos y poliductos presentan graves problemas de operación y mantenimiento. Su gerencia profesional fue desmantelada, sustituida por camaradas corruptos que a nadie rinden cuentas. Sus centros de investigación fueron clausurados. Hoy está tan endeudada, que incluso no puede pagar sus deudas comerciales, mientras enfrenta varios juicios internacionales por confiscación de activos de ex socios y contratistas.

Y hace años, por una majadería caprichosa del entonces presidente Hugo Chávez, Pdvsa perdió su capacidad de generar la electricidad de manera independiente del SEN. Sus plantas termoléctricas fueron traspasadas a lo que luego sería Corpoelec. Con Pdvsa enchufada a la red eléctrica nacional, se daba así al nacimiento de las crisis gemelas socialistas que han hecho del país con las reservas petroleras no convencionales más grandes del mundo, el país más miserable del mundo.  Sin los productos de las refinerías, como combustibles y gas, las termoeléctricas no funcionan, se recarga entonces la red de las hidroeléctricas que dependen a su vez del caudal del río Guri, vienen los recortes y apagones, que a su vez bajan aún más la producción petrolera y así. Saqueado el país, con menos ingresos petroleros, sin inversiones, con personal desprofesionalizado y corrupto, la IPN y el SEN ya son sectores siameses.

Un súper ciclo de inversiones petroleras

Maduro alega que el país sufre una “guerra eléctrica” y que la inestabilidad del suministro se debe a supuestos ataques (desde “electromagnéticos” hasta la acción de un francotirador a sueldo de la oposición que habría disparado contra una subestación) contra el SEN perpetrados por la oposición y los gobiernos de Donald Trump, Piñera y Duque que quieren “llevar al país al caos y a la violencia”

Maduro miente. Miente sobre el SEN, sobre la IPN. Una verdad en Venezuela es que Maduro miente, todo el tiempo.

El 27 de julio d  2016 publiqué en lapatilla.com el artículo Venezuela ya es marginalmente petrolera, donde describía la ruina de la IPN

Expertos señalan que la industria petrolera nacional necesita inversiones de unos 140 mil millones de dólares para mantener una capacidad de producción de 3,5 millones de barriles al día en los próximos 10 años, una descomunal cantidad, una especie de “apertura petrolera” pero al cubo.

Incapaz de realizarlas por ella misma, Venezuela necesita atraer esos capitales, en un “super ciclo de inversiones petroleras” y tiene además un reto inmenso por delante: El horizonte de recuperación de esas inversiones no sería de 50 años, a lo sumo 30 años por la tasa de sustitución que tiene el petróleo en el mundo del transporte.

Diseñar las bases para generar un ciclo de tal naturaleza, lleva al menos dos años de mucho trabajo técnico, jurídico, económico, financiero, político y social. Y nada de eso se está haciendo. Persiste la leyenda que la industria petrolera nacional es recuperable con pocos cambios, quizás sólo el político para que produzca renta a corto plazo. Es una ingenuidad, y por lo tanto, un gran error.

El daño hecho por acción, omisión y saqueo a la industria nacional en 17 años de revolución es difícilmente recuperable. No se creció cuando se podía y debía, no se mantuvo cuando se podía y debía y no se invirtió cuando se podía y debía para aumentar el poder de la locomotora petrolera para mover los vagones de la economía nacional. Pdvsa es hoy apenas un trencito endeudado. ¿De dónde saldrán los reales para recuperarla?

Wills Rangel, director externo de Pdvsa y presidente de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv) declaró a Bloomberg esta semana “Si Pdvsa restaura la energía a todos sus cuatro mejoradores, propiedad conjunta con Chevron, Total, Equinor y Rosneft, puede tener un impacto en la red nacional”, dijo. Rangel aseguró que en la Faja se están produciendo unos 300.000 barriles diarios (50% de su capacidad instalada), debido a los efectos de los cortes de luz. Además, se espera que se organice el plan de racionamiento eléctrico para coordinar la producción de los pozos.

“Los mejoradores solo tendrán electricidad total una vez que la estabilidad del sistema lo permita”, dijo Rangel.

¿Y cuándo tendrá “estabilidad” el SEN? me pregunto. Nunca más, mientras haya socialismo, me respondo.

El ingeniero electricista Miguel Lara, esta semana en entrevista a Tal Cual declaró “En el Grupo Ricardo Zuloaga calculamos que se requiere en este momento un total de 15 mil millones de dólares para recuperar y restablecer el sistema eléctrico. Creemos que la prioridad es rescatar y recuperar lo que está inoperativo, pero que sea rescatable. Hay algunas unidades que se compraron en el pasado que no son malas y están abandonadas. Es lo más barato y lo más rápido. Sin embargo, a medida que pase el tiempo, la recuperación y los montos de dinero que se requieren aumentarán. Es urgente que salgan los que generaron y tienen este desastre. Nosotros hemos estimado que ese es un monto que se debe usar en cinco años, pero también se deben tomar decisiones políticas correctas, como colocar en la coordinación y dirección de la recuperación a un equipo profesional, eminentemente técnico, con capacidad gerencial, experiencia, conocimiento y, sobre todo, con ética, que no se vaya a coger los reales. Si los políticos no entienden que el problema que tienen entre manos no es político sino técnico, y no dejan que los profesionales puedan actuar con toda su capacidad para resolverlo, entonces van a crear lo mismo que está pasando.”

Para Lara, se necesitan 5 años con inversiones anuales de al menos 3 MMMUSD en manos de profesionales para lograr tener electricidad estable y continua. Obviamente, esas condiciones sólo las tienen inversionistas privados, quienes a su vez demandarían reglas claras para hacer y recuperar esas inversiones.

Por otro lado, el ingeniero energista Nelson Hernández calcula, que para que el país logre recuperar una producción de 100.000 b/d se necesitarían 15 mil millones de dólares. Si se pretende agregar 200.000 b/d de producción anual, que es el máximo anual observado en la historia petrolera de Venezuela, y partiendo de la producción de marzo 2019 de 750 mil b/d, el país alcanzaría producir 3 MM b/d (en 2013 producía 2,9MM b/d) en el año 2030 con inversiones anuales de 30 mil millones de dólares, casi 4 veces el monto de las Reservas Internacionales del país en marzo.

Si se invierten 15 mil MMUSD anuales para incrementos de 100.000 b/d por año, la producción de 3 MM b/d se alcanzaría en el año 2041.

Estos números reflejan el daño y la destrucción que ha causado el saqueo socialista en Venezuela, tan solo en los sectores eléctrico y petrolero. Súmele a ello los otros sectores del país.

Tanto daño es monstruoso. Los enchufados oligarcas no sólo desenchufaron a Pdvsa y Corpoelec, desenchufaron a todo el país.


David Morán Bohórquez es ingeniero industrial y articulista venezolano @morandavid