NYT: José Antonio Abreu, el venezolano que llevó a Mozart a los barrios populares

NYT: José Antonio Abreu, el venezolano que llevó a Mozart a los barrios populares

FILE PHOTO: Founder of the National System of Youth and Children's Orchestras of Venezuela Jose Antonio Abreu carries a child as he arrives at a free concert at the low-income neighborhood of La Vega in Caracas August 2, 2009.   REUTERS/Carlos Garcia Rawlins/File Photo
 Jose Antonio Abreu saluda a un niño durante un concierto en La Vega,  Caracas /Foto  REUTERS/Carlos Garcia Rawlins/

 

José Antonio Abreu logró que los niños de las zonas más pobres de Venezuela tuvieran acceso a clases gratuitas de música clásica, además desarrolló un sistema de orquestas juveniles ampliamente imitado y pudo ver cómo su protegido, el director Gustavo Dudamel, ganó reconocimiento mundial. Abreu, quien durante las últimas décadas fue una celebridad de la cultura venezolana, murió el 24 de marzo en Caracas, a los 78 años, publica The New York Times.

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La Fundación Musical Simón Bolívar, organización que dirige El Sistema, el famoso programa de enseñanza creado por el venezolano, anunció su fallecimiento. Abreu sufría padecimientos de salud desde hace varios años.

Puede que Abreu, economista y músico que hacía proselitismo por lo que definía como la “misión social del arte”, se haya propuesto usar la música clásica como un medio para involucrar a los jóvenes de Venezuela, pero acabó llevando a los músicos venezolanos a los principales escenarios de la música clásica.

Uno de los egresados del programa, Dudamel, ahora es el director musical y artístico de la Filarmónica de Los Ángeles y se ha convertido en uno de los directores de orquesta más solicitados del mundo. La Orquesta Sinfónica Simón Bolívar, fundada por Abreu, abrió la temporada del Carnegie Hall y participó en el Festival de Salzburgo y el Festival de Lucerna, entre otros compromisos prestigiosos.

“Me regaló los arcanos de la música con la misma vehemencia con que me enseñó que el derecho a la belleza es inalienable”, dijo Dudamel en un comunicado, en la cual describió a Abreu como “una inspiración, un artista, un amigo, un padre, un maestro”.

Sin embargo, Abreu y El Sistema también fueron criticados por sus vínculos cercanos con los gobernantes venezolanos, quienes son los encargados de aprobar el financiamiento de ese tipo de iniciativas culturales. Durante décadas, el programa recibió fondos de diversos gobiernos del país, pero tuvo una asociación especial con Hugo Chávez, el controversial mandatario populista que murió en 2013. Fue entonces cuando su sucesor, el actual presidente Nicolás Maduro, lo sustituyó en el cargo.

Esa relación pareció tensarse hace poco: cuando Dudamel denunció la violenta mano dura del gobierno en las protestas callejeras del año pasado, el gobierno canceló dos giras de las orquestas venezolanas.

Cuando Abreu fundó en 1975 lo que sería El Sistema, pocos se imaginaron que se convertiría en uno de los principales actores de la música clásica y la política venezolana. El músico solía decir que su misión estaba orientada tanto por la justicia social como por la ambición musical.

“Para mí, la prioridad más importante era darle a los pobres acceso a la música”, dijo Abreu a The New York Times Magazine en 2007. “Como músico, tuve la ambición de ver a un niño pobre interpretar a Mozart. ¿Por qué no? ¿Por qué concentrar en una clase el privilegio de interpretar a Mozart y a Beethoven? La alta cultura musical del mundo tiene que ser una cultura común, ser parte de la educación de todos”.

José Antonio Abreu nació en Valera, Venezuela, el 7 de mayo de 1939 y comenzó a estudiar piano a los 9 años; después estudió composición, órgano y clavecín, además de dirección orquestal. Sin embargo, en un principio hizo su carrera como economista y planificador, ya que obtuvo una licenciatura en la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, donde fue catedrático y después trabajó en el servicio público como ministro de Cultura. Sin embargo, El Sistema fue la obra de su vida.

Su figura era la de un hombre frágil, casi un asceta: dejó de beber alcohol después de una cirugía abdominal por úlceras en 1973 y posteriormente abandonó el chocolate, que describía como su único vicio, tras enterarse de que tenía diabetes. Solía usar un abrigo de lana, incluso en el calor venezolano.

Sin embargo, sabía cómo usar las palancas del poder. El Sistema creció de una congregación de once músicos a una orquesta juvenil y a un sistema nacional de orquestas y coros juveniles. Fundó centros musicales por todo el país, son unos núcleos que imparten clases gratuitas de música a cientos de miles de niños y formó una red de orquestas y coros juveniles e infantiles para que sus jóvenes estudiantes tocaran en ellas. Su lema “Tocar y luchar”, sugiere el espíritu que permeó su ética de trabajo.

El éxito de ese proyecto atrajo la atención mundial y sirvió de inspiración para muchas iniciativas similares: ahora hay orquestas juveniles basadas en El Sistema en más de setenta países, incluyendo varias en Estados Unidos, como el ambicioso programa OrchKids en Baltimore y la Orquesta Juvenil de Los Ángeles (YOLA).

Deborah Borda conoció a Abreu cuando dirigía la Filarmónica de Los Ángeles, donde ella fundó YOLA y contrató a Dudamel. “Fue gracias a la fuerza auténtica de su personalidad y determinación que El Sistema cobró vida”, dijo Borda, quien ahora es presidenta y directora ejecutiva de la Filarmónica de Nueva York. “Él me cambió la vida, ni qué decir de los miles con los que literalmente hizo lo mismo en todo el mundo”.

No obstante, su obra también ha tenido críticos. En un libro de 2014 titulado El Sistema: Orchestrating Venezuela’s Youth, Geoffrey Baker, quien enseña en el departamento de música de la Universidad de Londres Royal Holloway, tiene una visión menos positiva del programa y su fundador, ya que le parece que es “una organización opaca, que raya en lo secreto” y con un “culto por el líder”. Los familiares de Abreu no declararon para este reportaje.

No se sabe qué ocurrirá con El Sistema, ahora que su fundador ha muerto y su discípulo más famoso, Dudamel, se ha enemistado con el régimen de Maduro. Debido a su enfermedad, Abreu había dejado de ser director de El Sistema en años recientes.

El presidente Maduro le rindió homenaje en Twitter, al escribir que su legado “seguirá vivo”. El Sistema, por su parte, declaró en su sitio web que “seguirá tocando, cantando y luchando” en su honor.