MP acepta apelación a favor de joven señalado de tráfico de cocaína

MP acepta apelación a favor de joven señalado de tráfico de cocaína

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A solicitud del Ministerio Público, la Corte de Apelaciones del estado Trujillo declaró con lugar el recurso ejercido contra la decisión del Tribunal 3º de Juicio de esa entidad federal, el cual había dictado medida cautelar de presentación periódica cada 30 días para Luis David Mejías Pérez (24), quien estaba privado de libertad por el tráfico de 50 kilos de cocaína.

Nota de Prensa MP





Durante el desarrollo del juicio, la citada instancia judicial decidió el cambio de medida, por lo que la Fiscalía 13º de esa población andina interpuso la apelación, de acuerdo con lo previsto en el Código Orgánico Procesal Penal.

El hombre, quien fue acusado por el delito de transporte ilícito agravado de sustancias estupefacientes y psicotrópicas, permanecía recluido en el Centro Penitenciario de los Llanos Occidentales (Portuguesa); sin embargo, la referida Corte, al decidir la apelación ordenó su traslado inmediato al Internado Judicial de Trujillo, a fin de asegurar su asistencia a las audiencias de juicio.

Este proceso se desprende de la incautación de 50 kilos de cocaína efectuada el 12 de julio de 2012 en el punto de control fijo de Buena Vista de la Guardia Nacional Bolivariana, situado en el municipio Monte Carmelo.

Esa tarde, Mejías Pérez, acompañado por su padre Luis Martín Mejías Lozano (54) y Esperanza Lardo (59), se trasladaba a bordo de un vehículo marca Chevrolet por dicho municipio cuando resultaron detenidos por efectivos castrenses.

Los militares notaron que Mejías Lozano respondía con inconsistencia a sus preguntas; por tal motivo, revisaron exhaustivamente la unidad y detectaron las 50 panelas ocultas entre los parachoques y guardafangos.

Las tres personas fueron aprehendidas y posteriormente puestas a la orden del Ministerio Público.

Por este caso ya fue condenado a 15 años de prisión Mejías Lozano, luego de admitir su responsabilidad en el aludido tipo penal, mientras que la quincuagenaria espera por la celebración de su juicio. El hombre cumple la pena en el internado judicial de esa localidad; la mujer mantiene una medida de arresto domiciliario por razones de salud.