María Auxiliadora Dubuc: Venezolanos explorando el diálogo en República Dominicana

María Auxiliadora Dubuc: Venezolanos explorando el diálogo en República Dominicana

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Gobierno y Oposición
VENEZOLANOS EXPLORANDO EL DIÁLOGO EN REPÚBLICA DOMINICANA





Esta semana representantes del Gobierno y de la oposición, mantendrán una ronda de conversaciones en República Dominicana. La idea, explorar el dialogo, analizar la posibilidad de retomar negociaciones, bajo los auspicios del presidente dominicano, Danilo Medina, y del expresidente del Ejecutivo Español, José Luis Rodríguez Zapatero.
El canciller dominicano y presidente del socialdemócrata Partido Revolucionario Dominicano, Miguel Vargas, expresó en un comunicado, que “invitaba formalmente a gobierno y oposición a transitar un proceso de negociación y acuerdo político”, comunicación ésta que fue suscrita igualmente por Zapatero, quien promueve una solución negociada en Venezuela, hace rato. En este sentido, dijeron en su invitación que están convencidos de la necesidad de comenzar las negociaciones con el fin de “lograr la estabilidad y la paz de Venezuela”.
Ambos políticos se mostraron dispuestos, ya que existe una oportunidad para un proceso de encuentro, reconocimiento mutuo y reconciliación. Proceso que, señalaron en el comunicado, “debe estar presidido por el máximo respeto a los principios de la democracia, los derechos humanos, el compromiso social y a la soberanía nacional. Desarrollado sobre la base de una negociación formal y con garantías que den confianza y credibilidad”.
Lo cierto es que se enviaron delegados de lado y lado, para explorar la posibilidad de reanudar el proceso de diálogo en respuesta a una invitación de la República Dominicana. Por su parte, el presidente Nicolás Maduro aceptó “la invitación” a dialogar con sus adversarios políticos y anunció que en su nombre acudirá el dirigente oficialista y Alcalde del municipio Libertador de Caracas, Jorge Rodríguez, a la cabeza de una delegación, y expresó: “Me parece importante que se continúe y que se retome con nuevo impulso. Creo que sólo el diálogo es el camino para abordar diferencias, para ayudar a que Venezuela tome el camino de la recuperación económica con mayor velocidad”. La delegación oficialista está conformada entonces, por la presidenta de la Asamblea Nacional Constituyente, Delcy Rodríguez; el Alcalde del municipio Libertador, Jorge Rodríguez, y el ex-embajador de Venezuela ante la OEA, Roy Chaderton.

La coalición de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), por su parte, aclaró que “no hay un reinicio del diálogo”, más sin embargo, enviará una delegación para discutir las condiciones necesarias para un diálogo serio con el gobierno. La delegación estaría conformada por el parlamentario Julio Borges (PJ), quien la encabeza, Eudoro González (PJ), Timoteo Zambrano (UNT), Luis Florido (VP) y el experto en negociación y comunicación estratégica Gustavo Velásquez.

Merece recordar que ambas partes iniciaron en octubre del año pasado un proceso de diálogo que se estancó dos meses después luego que el gobierno y la oposición se acusaron mutuamente del incumplimiento de los acuerdos. El proceso contó con la facilitación del Vaticano y los expresidentes Leonel Fernández, de República Dominicana; Martín Torrijos, de Panamá, y Rodríguez Zapatero (UNASUR). La coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) exigía un cronograma electoral, la liberación de “presos políticos” y la apertura de un canal humanitario para recibir donaciones de alimentos y medicinas, en grave escasez. Los opositores desconfían de Rodríguez Zapatero como mediador dado que además de mostrar posiciones muy pro gobierno, el español lleva años promoviendo el entendimiento entre ambas partes, sin éxito por el momento.

El anuncio público lo hace el Ministro de Relaciones Exteriores de Francia, quien dio a conocer serían reactivadas las conversaciones que estaban estancadas desde finales del año pasado. En este sentido, el ministro francés, Jean-Yves Le Drian, indicó en un comunicado que estaba encantado y aplaudía la buena noticia saber que el diálogo del Gobierno con la oposición se reiniciará y espera que este proceso sea creíble y sincero y que lleve rápidamente a medidas concretas, advirtiendo además que si la situación continúa sin avances habría consecuencias ya que Francia está muy preocupada por la situación política, económica y humanitaria en Venezuela y existe el riesgo de sanciones europeas, por lo que el jefe de la diplomacia gala espera que estas conversaciones “se traduzcan rápido en gestos sobre el terreno” por lo que Francia y la UE estarán “vigilantes”, en la medida en que considera que el diálogo es “la única salida a una crisis de la que el pueblo venezolano, es la primera víctima”.

En este sentido, la presidenta de la Asamblea Constituyente, Delcy Rodríguez, cuestionó las declaraciones de Le Drian al que señaló de amenazar a Venezuela, “No aceptamos chantajes de ningún gobierno, de ningún funcionario imperial”.
Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, expresó su pleno apoyo a la iniciativa y respaldó la convocatoria al diálogo que el Gobierno de República Dominicana hizo al Gobierno venezolano y a representantes de la oposición y alentó a las partes a “aprovechar esta oportunidad para demostrar su compromiso de abordar los desafíos del país” a través de la mediación y de medios pacíficos. Insistió que Venezuela requiere una solución política basada en el diálogo y “el compromiso entre el gobierno y la oposición” para asegurar la coexistencia de los venezolanos.

Fuentes de la oposición venezolana negaron las supuestas conversaciones con el Gobierno, y acotaron que aunque está previsto un contacto entre las partes, el mismo no supone una reapertura del diálogo, informando cuáles son sus condiciones para una negociación seria. La reunión está pautada para conversar con el presidente dominicano por invitación del Gobierno de Santo Domingo. De tal modo que no existe ningún anuncio oficial de la Unidad sobre el tema y no existe ningún tipo de negociación que esté prevista, el viaje entonces solo serviría para realizar un contacto con representantes del oficialismo para explorar opciones hacia una posible reapertura del diálogo.

“El tiempo de gestos simbólicos se ha terminado”, expresó en un comunicado la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la coalición de partidos que representa a la oposición mayoritaria. “Para entrar en una negociación seria, exigimos acciones inmediatas que demuestren verdadera disposición a resolver los problemas nacionales y no para ganar tiempo”, agregaron. Para retomar las conversaciones, la oposición ha exigido al Gobierno, entre otras condiciones, la entrega de un gesto previo de voluntad negociadora, como lo sería la liberación de los presos políticos. La oposición también ha pedido al Gobierno comprometerse a mantener en secreto el curso de las conversaciones a los efectos no sólo de moderar los efectos de la repulsa que la sola idea de las negociaciones produce en los sectores más radicales de la oposición sino, sobre todo, disipar la sospecha de que el Gobierno de Maduro solo quiere conseguir una fotografía de las reuniones con la oposición para mostrarla ante la comunidad internacional como una prueba de su disposición al diálogo.

Este anuncio sobre la posible reactivación del proceso de diálogo se da en medio de una crisis económica y política que se agudizó desde el mes de abril, tras cuatro meses de protestas antigubernamentales. En mayo pasado, las tensiones se agravaron al punto que dejaron unos 125 muertos entre abril y julio cuando el presidente venezolano, Nicolás Maduro para hacer frente a la crisis, de manera populista, impulsó una iniciativa para una Asamblea Constituyente compuesta solo por miembros afectos al chavismo gobernante y desconocida por la oposición, así como por buena parte de la comunidad extranjera, Asamblea que fue electa a finales de julio en medio de críticas locales e internacionales.

La instalación de la Constituyente en agosto, que acordó entre sus primeras acciones la destitución de la Fiscal General Luisa Ortega Díaz y asumió las competencias legislativas de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, desató cuestionamientos de numerosos gobiernos, de modo que ha aprobado hasta ahora una ley para castigar los “delitos de odio” que incluye la regulación de las redes sociales y está previsto que pronto se instalen las comisiones que elaborarán la nueva Carta Magna.

Lo cierto es que Francia y España, Alemania e Italia, son los Gobiernos europeos que recibieron a representantes de la oposición venezolana, quienes denunciaron ante sus anfitriones, abusos de derechos humanos y la crisis humanitaria de su país además denunciaron que los políticos de oposición se enfrentan a crecientes amenazas de cárcel por pedir sanciones internacionales contra el oficialismo chavista por lo que pidieron a estos Gobiernos que continúen con su solidaridad ante el acoso que sufren en el país. Realmente esta gira de la oposición por Europa provocó airadas protestas de Caracas ante los Gobiernos que los recibieron. De hecho, personas involucradas en la organización del viaje dijeron que el Gobierno chavista trató por todos los medios de evitar que los opositores se reunieran con jefes de Estado europeos.

El gobierno de Nicolás Maduro se siente acorralado, su golpe de Estado lo desnudó ante el mundo y la reacción no le agrada. Busca la manera de tender puentes, ofrece negociar y quiere que algunos países europeos lo ayuden en el intento. Pero no lo tiene fácil. En el viejo continente no olvidan cómo Nicolás se burló de Rodríguez Zapatero y del Papa Francisco.

De tal manera que: ¿Nos sorprende Santo Domingo? No creo, a todas luces esa es la razón por la que Rodríguez Zapatero y el canciller dominicano, Miguel Vargas, instaran a las dos partes a un diálogo “urgente”. Los traumas que hemos vivido los venezolanos en esta crisis han sido muy duros, el primer trauma, es la decisión de incursionar en las regionales, después de tanto sacrificio, decisión unilateralmente adoptada por los cuatro principales partidos de oposición, dado el tema del espacio; el segundo que debe ser el primero, el hundimiento económico y social del país y ahora el tercero, otra vez, el famoso dialogo.

Pero más allá de las consideraciones que indican que el dialogo en dictadura no procede, que dictador no negocia y menos aún cumple acuerdos y dada la experiencia nefasta con el tema, lo cierto es que en democracia lo que no es debatible no es democrático. De modo que para los que somos demócratas, lo democrático es debatir y en ese orden construir alternativas que, fundadas en un consenso de liderazgos y en el voto de las mayorías, conduzcan al país por mejores caminos.

Sin embargo, a pesar que es pertinente debatir sobre todo y acerca de todo, dialogar, ajustar consensos y señalar caminos, debemos tomar en cuenta que el dialogo debe tener limitaciones, es decir, se negocia, siempre y cuando, esto no implique desfigurar la democracia y llevarla hacia el patíbulo, hacia el territorio de las dictaduras porque los principios y lo valores no se negocian.

La salida pacífica, sin lugar a dudas pasa por el acuerdo, recordando que un acuerdo involucra negociación, en mi criterio, con elecciones, devolviéndole al pueblo su soberanía y su fuerza decisoria; el respeto a los derechos fundamentales, el cese de la represión de Estado; y el igual respeto a los poderes constitucionales, en suma, restituirle sus competencias a los poderes que han sido castrados en su autoridad y competencias: el Parlamento y el Ministerio Público.

La situación es compleja porque mientras la oposición reitera sus condiciones, exige el respeto al voto e insisten que se fije cronograma electoral y fecha para unas elecciones presidenciales 2018, respeto a los poderes del Estado, atender a la “emergencia económica y social” que hay en el país y liberar a “presos políticos”, el levantamiento de las inhabilitaciones a dirigentes opositores y el cese a la persecución”. El gobierno, por su parte, niega que haya presos políticos ni una crisis humanitaria, pese a los problemas económicos que sufre un país con alta inflación y desabastecimiento de alimentos, medicinas y otros productos básicos.
No se discute que la negociación es asunto difícil porque estamos ante un gobierno totalitario que no reconoce sus errores y que carece de credibilidad. De modo que lograr el ansiado acuerdo con posiciones tan antagónicas complica la tarea de los mediadores, encontrar una zona de acuerdo posible es duro porque hay demasiados intereses involucrados. El desafío, sin duda es restituir la vía constitucional; y en mi criterio ella, vale la negociación, pero para purgar del escenario a quienes la han desviado y con ello enterrado el Estado de Derecho y la democracia.

Para nadie es un secreto que a ambas partes en conflicto conviene el dialogo, al gobierno porque al imponer la tan cuestionada Asamblea Constituyente que, implica el desconocimiento de facto de la Asamblea Nacional (AN), el gobierno enfrenta un alto costo político. De modo que para evitarlo, alegan que no han disuelto la AN, pero le arrebataron sus funciones legislativas, pues saben que disolver un Parlamento electo democráticamente, es sinónimo de golpe de Estado. Por otro lado, a la oposición también le conviene negociar una salida política, con objetivos claros y realizables, que permita resolver pacíficamente la confrontación y avanzar.

La realidad es que las dos partes involucradas no podrán alcanzar sus objetivos con las estrategias hasta ahora desarrolladas. El gobierno tiene sus bayonetas, pero el aislamiento internacional y la constante pérdida de apoyo popular, lo debilitan día tras día. No se ve otra opción que la negociación y la colaboración en la solución de una crisis que afecta a todos.

Por todo lo anterior hay que poner sobre la mesa una agenda de ruta y fijar un tiempo estimado para lograr los resultados concretos. Lo importante es la voluntad de negociar y hacer recíprocas concesiones, para lograr el acuerdo, sin que una parte aplaste a la otra, con humildad y sentido de compromiso con Venezuela.

Esperamos que este retorno al dialogo no se convierta en más de lo mismo y hacemos votos por lograr soluciones con la celeridad que exige la crisis. La justicia transicional luego dirá cómo habrán de establecerse las responsabilidades del conflicto que deja como saldo casi una centena de muertos, y heridos, presos políticos por miles y profundas cicatrices en el corazón de los venezolanos.

MARIA AUXILIADORA DUBUC P.
@mauxi1