Pedro Vicente Castro Guillen: ¿De qué se sostiene el régimen?

Pedro Vicente Castro Guillen: ¿De qué se sostiene el régimen?

thumbnailpedrocastroEs la pregunta por las razones de por qué un régimen que ha perdido todos los factores de sustentación a lo largo de estos 17 años que eran su soporte y sin embargo aun permanece en el poder: Perdieron al líder y al liderazgo; perdieron las bases populares de la que se ufanaban, más del 90% de la población quiere salir del socialismo; dilapidaron una inmensa renta petrolera dejando un país en una terrible indigencia material y cultural: sin alimentos y medicinas, sin infraestructura, con una industria petrolera en una extrema precariedad; perdieron también buena parte del apoyo militar, que es en extremo importante para un régimen que además de militar es militarista.

¿Entonces por qué aún permanecen en el poder? Porque el régimen disfruta de una cierta inercia institucional. A lo que me refiero es que todos los regímenes de gobiernos de cualquier naturaleza se diseñan para que nadie los pueda desplazar del poder sin cumplir ciertos extremos de ley o de facto. Es decir, el régimen chavista disfruta de una cierta plusvalía institucional por ser el gobierno legal, que le otorga por ahora un relativo soporte constitucional.

Me podrán refutar que esto no se corresponde con la verdad en virtud de que este gobierno esta soportado por una cúpula militar-cívica. Cierto. Este régimen es un régimen militar y militarista tal como lo concibió el difunto. Pero, desde el 2007 cuando la Corporación militar le impuso al finado la derrota del referendo constitucional, tenemos evidencia de que el chavismo ha perdido el apoyo mayoritario en el seno de las FF.AA, cosa que se vuelve a ratificar el 6D15. Sin negar por cierto que sigue apoyado por sectores militares y miembros del Alto mando Militar y por grupos de colectivos armados que le otorgan una indudable ventaja.





A esta plusvalía institucional se suman factores de extrema importancia como lo es el hecho de que el chavismo contó con un apoyo  regional e internacional considerablemente hasta el 2014, cuando después de la brutal represión por los eventos de la salida desnudó el régimen como un autoritarismo represivo. Cuando se reactiva la lucha opositora bajo la consigna de que la salida debe ser Constitucional, democrática, pacífica y electoral, se logra voltear el panorama internacional aprovechando todos los disparates del régimen que logran alienarse el respaldo internacional antes disfrutado y sumarlos del lado de la MUD. Esta circunstancia acentuó el hecho de la intolerancia del mundo internacional a salidas de fuerza, cuestión que fue reforzada por el hecho de que se abrían procesos de extrema importancia que señalaban un camino pacífico, negociado y legal para la derrota de la izquierda en el subcontinente como lo son: la apertura de la negociación EE.UU-Cuba, el proceso de paz en Colombia con el respaldo de la comunidad internacional, el proceso electoral en Argentina que avizoraba la derrota de la Presidente C. Kirchner como efectivamente sucedió, así como el impeachment a la Presidenta de Brasil D. Rousseff, todo bajo la más estricta legalidad y legitimidad constitucional. Con lo que se ratificaba de manera muy clara que el camino a seguir en Venezuela estaba marcado por la estrategia constitucional y democrática y desautorizaba las salidas de fuerza.

Lo anterior da al régimen una ventaja de corto plazo, que no cabe duda de que la están aprovechando, en el sentido de neutralizar cualquier iniciativa militar contraria al régimen, pero liberan por esta misma situación a los grupos más radicales pro-régimen en las FF.AA y a los grupos colectivos con que todavía cuenta el chavismo, para desatar la represión y el terror en las filas de la oposición, acción esta que se coordina con el uso de las instituciones con estos fines como el sistema judicial y la fiscalía puesta al servicio de procesos de muy dudosa legalidad pero que le garantizan un juego táctico al régimen para tratar de asustar y amedrentar y sofocar además la protesta popular.

Esto hace que la plusvalía institucional de que disfruta el régimen sea al menos en el corto plazo muy eficiente como para neutralizar la Asamblea Nacional, en todas sus competencias y mantener una amenaza permanente de represión sobre los diputados de la MUD. No obstante, en la medida en que la estrategia de la oposición es salir de manera constitucional, democrática, pacífica y electoral encuentra en el Referendo Revocatorio el mecanismo perfecto con apoyo nacional e internacional, como se expresa en todas las encuestas –incluyendo las encuestadoras chavistas- que muestran que más del 90% apoya el RR y como han expresado su apoyo al instrumento diversos voceros internacionales de Organismos como la OEA y la UE, además  el Vaticano, el gobierno de los EE.UU.. Este bono institucional comienza a agotarse en la misma medida en que la oposición va logrando los requisitos para la realización del RR de acuerdo a las reglas de la constitución y derrotando las malas artes de un cne arrodillado al régimen.

En la medida en que el Régimen siente que la oposición es capaz de recoger el 20% de las firmas ha venido elevando su apuesta aprobando el presupuesto a través de un mecanismo extra constitucional pero con el apoyo del tsj y amenazando a la MUD con disolverla como partido y de allanar la inmunidad parlamentaria de los diputados de la alianza opositora, cuestión esta última que significaría por la vía de facto la eliminación de la AN. Empero, tengo la impresión de que el régimen nunca dará un paso que signifique la eliminación de la Asamblea –es decir, cerrarla- en virtud de que en los hechos ya la ha neutralizado –al menos temporalmente- y no va a pagar los costos políticos internacionales de un acto innecesario, así como mucho menos por las mismas razones eliminaría vía sentencia el RR. Con lo que al régimen la única vía realista que le queda es usar su bono institucional para retrasar el RR hasta el 2017.

Entonces a la MUD por las mismas razones no le queda otra opción que jugarse el RR en este año 2016. Debe elevar los costos políticos del régimen por las violaciones constitucionales, la represión y el terror y pasar a la ofensiva poniendo en juego sus competencias constitucionales de las cuales fue plenamente investida en las elecciones del 6D15. Debe desconocer las decisiones del tsj, nombrar los nuevos magistrados, nombrar los nuevos rectores del cne, entre otras cosas para las cuales tiene fuerza legitima. Tiene que poner en juego la enorme fuerza social que tiene en la calle y que fue puesta en evidencia el 1S y que no la mueve otra reivindicación que no sea salir del Presidente Nicolás Maduro.

La MUD debe jugar duro políticamente en el camino constitucional, democrático, pacífico y electoral, enfrentando las artimañas ilegales del cne, debe anunciar un plan de acciones para la noche del 28 de octubre, cuando una vez recogido el 20% de las firmas se obligue al cne a anunciar de manera inmediata la fecha de realización del RR impidiendo que se tomen el plazo máximo lo que llevaría su realización al 2017. La ciudadanía debe conocer esta agenda de lucha con anterioridad al 28Oct. Ya han venido rodando algunas propuestas, como la realización por cuenta de la MUD con apoyo internacional del RR, cuestión que en mi opinión es digna de considerarse. En síntesis la MUD debe elevar la apuesta política porque tiene con que y elevarle los costos políticos al régimen, hacerle pagar una prima política elevada a su irresponsabilidad de querer permanecer en el poder al margen de la Constitución.

El Régimen disfruta de un bono, al cual le está extrayendo pingües beneficios que la oposición está pagando en forma de represión, presos políticos y terror institucional, pero lo que no debemos perder de vista es que este bono tiene un vencimiento cierto el 28Oct. y la MUD está obligada a preparase para cobrar.

Pedro Vicente Castro Guillen              

@pedrovcastrog