La gran traición de Maduro a la clase trabajadora, por José Ignacio Guédez

La gran traición de Maduro a la clase trabajadora, por José Ignacio Guédez

thumbnailJoseIgnacioGuedezEl pasado primero de mayo interpuse un amparo en nombre de La Causa R denunciando la bonificación del salario y el fraude a las prestaciones y a las pensiones que ha perpetuado Nicolás Maduro, quién pasará a la historia por haber acabado con el salario en Venezuela. Todo lo denunciado en aquel recurso ignorado por el TSJ se ha agravado a partir del nuevo anuncio de supuesto aumento salarial que vamos a analizar aquí.

El bono de alimentación nació como derecho laboral gracias a la lucha parlamentaria de La Causa R luego de que Alfredo Ramos lo incluyera como beneficio en la contratación colectiva de la CANTV. Esta conquista, comúnmente denominada Cestaticket, es un complemento salarial equivalente, por definición legal, a una comida  balanceada diaria. La idea era garantizar una sana nutrición del trabajador cubriéndole extra salarialmente el alimento que este requiere durante el cumplimiento de su jornada laboral.

Pero el autodenominado “presidente obrerista” eliminó vía habilitante la proporción legal que debía tener el Cestaticket en comparación con el salario. De esta forma comenzó a aumentar la base de cálculo de dicho beneficio rezagando el salario formal. Es así como en la actualidad el salario es apenas la mitad del bono que dejó ya de ser un complemento para convertirse en un sustituto del salario. Esto se llama bonificación del salario, porque se trata de ingresos que no computan para la antigüedad, las prestaciones ni las vacaciones del trabajador que queda en una situación de informalidad burlándosele los beneficios de ley. Nada nuevo. La izquierda, parte de la cual gobierna hoy, luchó en los gobiernos de Lusinchi, CAP y Caldera contra esta práctica neoliberal logrando finalmente reivindicar el salario formal. Esa lucha ha sido traicionada por Maduro, violando además el carácter progresivo de los derechos laborales.





El hecho de que dos tercios del ingreso laboral no generen prestaciones es prueba suficiente de la bonificación del salario. Pero además, esto también representa un fraude a las pensiones, ya que cuando un trabajador se jubila deja de percibir el cestaticket y por tanto pierde más de la mitad de su ingreso. Subir el bono de alimentación en vez de ajustar el salario formal, coloca en la indigencia a los adultos mayores pensionados. Pero lo más grave de todo es la conformación de un modelo laboral esclavista en el que el Estado promueve y legaliza que se pague la jornada laboral solo con comida. La cuenta es clara, si el salario es hoy la mitad del cestaticket que equivale según definición legal a una comida diaria, entonces se admite que el salario equivale solo a media comida, mientras que la suma de ambas cosas representa apenas 1.5 comidas diarias. En la Venezuela de Maduro el trabajador solo puede aspirar a comer si acaso dos veces al día sin poder llevar comida a su casa para la familia. Simple matemática.

Nicolás Maduro ha desalarizadoe informalizado el trabajo, dejando a la clase trabajadora en una situación de esclavitud en la que se trabaja solo para poder comer ese día. Ninguno de sus aumentos han sido reales ya que han estado muy por debajo de la inflación. Lo que trata de esconder Maduro con estos supuestos aumentos trimestrales es la devaluación más grande que ha sufrido nuestra moneda en toda su historia llevando el valor oficial del dólar contable de Bs. 50,00 a Bs. 640,00 en apenas  tres años.  Estamos en una espiral inflacionaria de la que no saldremos hasta cambiar el modelo de económico reactivando el aparato productivo nacional. Que la clase trabajadora lidere el cambio. Es cuestión de supervivencia.

JOSÉ IGNACIO GUÉDEZ

Secretario General de La Causa R

Twitter: @chatoguedez