Nicaragua: Dinastías y oligarquías, por Gustavo Romero Umlauff

Nicaragua: Dinastías y oligarquías, por Gustavo Romero Umlauff

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Bajo el título “Parejas y poder”, el diario El País ha publicadouna nota periodística sobre el círculo depoder de lafamilia del Mandatarionicaragüense, Daniel Ortega,a quien -a propósito de la designación de su esposa como compañera para la fórmula presidencial para las próximas elecciones que se celebrarán en noviembre-se le dejaría ver los extremos de su dominio político y económicoasí comola de su parentela.

Por Gustavo Romero Umlauff





Los Ortegano solo han venido capturando las principales instituciones democráticas deNicaraguasino que han logrado torcer las normas y dictámenes a su antojo, con risi-bles argumentaciones, para que el cargo presidencial pueda ser heredado por la cónyuge, Rosario Murillo, a quien ya se le conocíacomo la persona del entorno presi-dencial a la que todo se le debe consultar y la que todo lo debe aprobar.

Con su más probable elección no sólo se allanaría cualquier controversia ensu partici-pación en el gobierno sino, además, el establecimiento de una nueva dinastía política respaldada en un vertiginoso crecimiento de su fortuna doméstica, al más grotesco estilo de los Castro en Cuba, y gracias a las inversiones generadas por los aportes del petróleo venezolano.

Así es. Según aquella publicación, la provechosa cooperación petrolera por los regímenes de Chávez y Maduroa favor de Nicaragua, habría sido superior a los 3,500 millones de dólares en un lapso de ocho años. Con esos aportes se habría facilitado la organización de importantes y muy rentables empresas que son manejadas por los hijos de la pareja presidencial y de un entorno muy sólido de incondicionales.

Los beneficios a su familiano escapana la arbitrariedad de un Presidente con un poder autoritarioy sin control institucional. No en vano, Laureano Ortega, hijo de la pareja presidencial, tiene un activo rol en la agencia de promoción de inversiones Pro Nicaragua, de la cual es asesor desde 2009 y sus hermanos Rafael, Luciana y Camila han sido acreditados como “asesores presidenciales” que manejan entidades surtidas de aquellos fondos de cooperación.

Claro está queuna nueva oligarquía se ha impuestoen Nicaragua,y de aquella revolu-ción sandinista que puso fin a la dictadura de Anastasio Somoza, último exponente de unalarga dinastía, sólo queda un vago recuerdo de una animosalucha por retornar a una verdadera Democracia. La revoluciónsandinista sólo sirvió, a la postre, parainstalar una nuevaherencia conprivilegios que dala inmunidad de una presidenciaautocrática.

gustavoromeroumlauff@gmail.com
@GRomeroUmlauff