Padres adelantan compras de útiles escolares en Puerto La Cruz

Padres adelantan compras de útiles escolares en Puerto La Cruz

(Daniel Olivares)
(Daniel Olivares)

Ana Gutiérrez comenzó a buscar los precios de los útiles escolares que utilizará su hija de 4 años, quien cursa­rá primer nivel en una escuela privada de Puerto La Cruz en septiembre. Un primer presupues­to superó los Bs 20 mil. Así lo reseña eltiempo.com.ve / Giovanna Pellicani

“Todos sabemos que a partir de julio comienzan a aumentar los precios y en agosto se triplican. Quisiera adquirir todo ahorita, pero no tengo dinero. Me llevo lo que puedo”.

Trabaja en la tienda de ropa Mis Estilos, ubicada en la calle 5 de Julio del casco central porteño, y su esposo es obrero de la cons­trucción desempleado.





Gutiérrez hizo el primer recorri­do en el municipio Sotillo y su lista alcanzó los Bs 22 mil 800.

“Aún no me han dado la lista en el colegio, pero me guío con la del año pasado”.

En una hoja blanca tamaño carta remarca lo más importante con un resaltador fucsia.

Al ojo

Cree que a su niña le pedirán una caja de témpera, un block de dibujo, una resma de hojas blancas, carpeta marrón con gan­cho, carpeta con ligas, láminas de foami, cartulina doble faz, papel bond, papel crepé, caja de colores y creyones. También plastilinas, paletas, estambre, pintura al frío, papeles de seda, lustrillo y celofán, tijera, sacapuntas, pintadedos, pega blanca y los libros Pasitos y Mi Jardín.

Su hermana, la abogada Luisa Gutiérrez, iba con ella a la hora de buscar los costos de los útiles. Lo hizo para indagar cuánto cuesta el material que usará su hijo de 12 años, quien va a cursar primer año de bachillerato.

“Entre los cuadernos de cinco materias, juegos de escuadras, compás, borra, sacapuntas, libros y el block de dibujo técnico tengo que gastar más de Bs 25 mil”.

Ambas mujeres aseguran que el salario mínimo no alcan­za para adquirir las listas que, aunque está prohibidas por el Estado, son casi obligatorias en los planteles. No muchos representantes pueden contar con ahorros, pues, al parecer, algunos los han gastado en comprar alimentos para sus hogares.