María Auxiliadora Dubuc: Homofobia o lealtad a ISIS… y ¿dónde está el amor?

María Auxiliadora Dubuc: Homofobia o lealtad a ISIS… y ¿dónde está el amor?

thumbnailMariaAuxiliadoraDubucEsta semana nos sorprende una noticia que nos llena de dolor y pesar, sobre todo porque se trata de un ataque de odio brutal al ser humano, a la libertad, al derecho a disentir y a opinar distinto;  un crimen contra los derechos humanos, la masacre de Orlando. Su protagonista Omar Siddique Mateen, estadounidense de origen afgano, de 29 años de edad. Matten era un hombre abusivo, violento, inestable, irascible y homofóbico. Casado y dos veces divorciado. Era un  terrorista aislado inspirado por Isis, musulmán religioso, sin antecedentes penales, trabajaba como agente de seguridad,  odiaba a los gays, judíos, mujeres  y negros, en realidad estaba enojado con el mundo. Tenía dos permisos para porte de armas y pudo adquirirlas legalmente.

Así condujo dos horas hasta la discoteca  Pulse en Orlando Florida, club nocturno donde se evoca la vida, no la muerte. Donde  las personas van a divertirse, a estar entre amigos, bailar, cantar y vivir. Un lugar de solidaridad e independencia y refuerzo a una comunidad GLTB,  que se une para generar conciencia, decir lo que piensan y abogar por sus derechos civiles, lugar que a decir de asiduos visitantes frecuentaba Mateen. Esa Noche, iba armado con una Glock calibre 9mm y un rifle de asalto AR-15 calibre.223. En el lugar 300 personas celebraban el inicio del mes del orgullo gay, una noche latina con un espectáculo de Drag Queen. A las 2 am del pasado domingo 12 de junio, llamó al 911 para proclamar su fidelidad al estado islámico y  grito: “Ala es el más grande” mientras disparaba a los presentes: Omar Mateen había jurado fidelidad al estado islámico, el saldo: 49 personas muertas y 53 heridos 6 de estos muy graves.

Isis son las siglas en ingles del Estado Islámico de Irak y Al Sham, empezó como Al Qaeda, se fusionaron y luego se separaron. Lo cierto, es que se trata de una organización terrorista que controla parte de Irak y Siria en un Califato y ocupan ese territorio. Su líder Califa Ibrahim. Se trata de una organización violenta por varias razones: Guerra Psicológica, aterran al enemigo, difunden masacres para capturar reclutas y siguen el Corán cuando reza, “cuando te encuentres con los infieles atácalos por el cuello”. Su meta es conquistar todas las naciones que alguna vez estuvieron bajo la dominación árabe, medio oriente, norte de África, península ibérica y sudeste de Europa.





Se dice que el ataque de Mateen no fue dirigido por Isis, pero en su accionar se inspiró en su ideología. Isis sembró odio en el corazón de Mateen, así como lo hace con muchos jóvenes que recluta.  Es importante mencionar que ISIS es radical, por lo que se comporta de manera brutal contra la comunidad gay, los arrojan contra los tejados, los maltratan, son homofóbicos en general, así como también odian a las mujeres a quien utilizan para su satisfacción personal y a los negros, básicamente a cualquiera que no piense como ellos o disienta de su ideología.

Este ataque no tiene otra explicación que la de no tolerar el comportamiento de una sociedad abierta, donde conviven en armonía personas de distintos cultos y religiones cristianos, musulmanes, judíos budistas, ateos y también de distintas razas blancos, negros y asiáticos, en igualdad de condiciones y con los mismos derechos. Sencillamente no lo toleran y se colocan en contra de cualquiera que no esté de acuerdo con sus creencias, independientemente de su raza, credo u orientación sexual.

Lo importante de todo esto es el mensaje que comporta, el cual  deja un vacío y una reflexión a lo interno, esa forma de ver la vida, de manera oscura, radical e intolerante, absolutamente discriminatoria, una forma donde no hay cabida al dialogo ni a la comunicación, agresión tras agresión es su manera de solucionar lo que desde ese punto de vista deben resolver. Ahí no existe la misericordia ni el amor ni la compasión, ningún sentimiento noble.

Sin duda alguna, violencia solo engendra violencia, de tal manera que atacar al estado islámico por su accionar no es la solución, cerrar las fronteras y armarse de un fusil para contraatacar es igual de radical, porque si bien es cierto que el terrorismo radical no tiene lugar en una sociedad abierta, libre y democrática; tampoco en este tipo de sociedad está permitida la violencia, la desigualdad y la discriminación.

El mundo civilizado debe condenar este tipo de acciones que constituyen una amenaza permanente para el planeta y que siembran odio y dejan a su paso solo muerte y desolación,  no se gana por miedo una batalla que no puede ganarse racionalmente. Rezamos por las víctimas, los heridos y por el perdón de aquello que enloquecidos atentaron contra de vida de inocentes, porque esto constituyó un ataque desmedido y sin razón, contra la paz, contra el amor y contra la libertad.

 

MARIA AUXILIADORA DUBUC

@mauxi1