Una figura olvidada, por @lmesculpi

Una figura olvidada, por @lmesculpi

thumbnailluismanuelesculpiHan sumido al país en la más grave crisis que se haya conocido. Eluden permanentemente su responsabilidad. Siempre es un factor externo a ellos el causal de la situación. Han demonizando el pasado, desconociendo los logros de la república civil. Los males que confrontábamos han crecido en forma exponencial. La inflación, la dramática escasez especialmente en medicinas y alimentos, la corrupción y la inseguridad han adquirido proporciones nunca vistas en nuestro país. Su ineptitud e incapacidad para gobernar es manifiesta. El deterioro de la calidad de vida es creciente. Surgen nuevos y preocupantes fenómenos como consecuencia de el ejercicio de gobierno en estos diez y siete años. Ahora somos un país de emigrantes. La fuga de cerebros es impresionante. El éxodo de jóvenes evidencia la incertidumbre sobre el futuro.

En materia de inseguridad aparecen nuevos delitos. El sicariato, los secuestros exprés y los Pranes eran inexistentes. Son engendros de este período al igual que la presencia de armas de guerra en los centros penitenciarios. En el país hay extensas áreas donde prácticamente no hay presencia del estado, en el norte del estado Guarico, el sur de Aragua, una cadena de barrios en el municipio Libertador y la zona del Tuy son ejemplos claros de esta afirmación.

Los cuerpos policiales ha sido desbordados el hampa está mejor armada y poseen dominio del terreno en donde ejercen control. Más de veinte planes de seguridad han demostrado su fracaso. No es casual que en varias de las llamadas “zonas de paz” sea precisamente donde el estado está ausente. El discurso gubernamental, las imágenes y valores que trasmiten no están disociados de los márgenes de violencia, de los síntomas de anomia y degradación a que ha llegado la sociedad venezolana.





Impactante la impresión de una docente en una escuela de la carretera vieja de La Guaira, donde una niña de diez años al representar en un dibujo la profesión que quisiera ejercer “cuando sea grande”, la escolar se imaginó como “malandra”y se molestó cuando la maestra intentó explicarle que esa no era una profesión. El dibujo que ha circulado profusamente por las redes sociales, nos da apenas una idea de la conmoción recibida por la maestra al recibir la tarea encomendada.

A menudo oímos la frase “en nuestra barrio, existe un toque de queda no declarado” . En verdad tal situación irregular se ha hecho extensiva a todas las grandes ciudades, donde la vida nocturna es cosa del pasado.

Si bien es cierto que en los vilipendiados años de la república civil, especialmente en los años de la lucha armada , se suspendieron las garantías políticas y las económicas no estuvieron vigentes durante casi todo ese periodo; solo cuando los sucesos del llamado “Caracazo” se decretó por unos días el toque de queda, hace ya veinte y seis años.El ultimo antes de ese fue en la dictadura de Perez Jimenez, el 21 de enero del 58, cuando la huelga general convocada por la Junta Patriótica, que junto a la participación militar provocaría la huida del dictador dos días después.

Es así que los “toques de queda” declarados por los gobiernos son una figura olvidada, un recurso del pasado. Lo novedoso es que ahora los Pranes o jefes de banda declaran e imponen “toque de queda”. A principios de febrero en Maracay ” el chino Pedrera” envió un comunicado a los transportistas y comerciantes prohibiéndole realizar sus labores el día del entierro de su “Lucero”, en la jerga escolta o lugarteniente del Pran. El toque de queda se cumplió y solo circularon los motorizados y acompañantes del cortejo fúnebre.

Más recientemente en la propia capital, en El Cementerio (zona de paz)el jefe de una de las bandas que allí tiene su “teatro de operaciones”: Lucifer declaró toque de queda de 7pm a 6am. Como se pudo observar en las fotografías con las calles desoladas, fue rigurosamente acatado, incluso por los cuerpos de seguridad del estado.

La crisis que confrontamos es global, trasciende lo político, social y económico, abarca todos los aspectos de la vida en sociedad. Lo cultural e institucional constituye también esferas álgidas de ese cuadro.Mientras más dure el intento de imponer un modelo trasnochado y fracasado en todos los lugares que se ha implantado, más durará la necesaria e imprescindible recuperación del país en toda su grave y compleja problemática. De allí nuestra insistencia en la urgencia del cambio político.