Juan José Moreno: Venezuela se la pierde

Juan José Moreno: Venezuela se la pierde

thumbnailjuanjosemorenoDifícil resulta no comentar sobre la exitosa gira cumplida por el presidente Obama a dos países de nuestra Latinoamérica que en estos momentos representan las caras opuestas sobre las formas de manejar asuntos de Estado; realizada por el presidente estadounidense con el propósito de sacar de “la nevera” relaciones que, en uno de los casos se mantenían congeladas por medio siglo, y en la otra  enfriadas por un gobierno con frustradas pretensiones de autosfuficiencia.

Y si bien consideramos que fue exitosa para Obama, por lo que suma para la proyección de su imagen personal como líder,  también podemos interpretarla como beneficiosa para los dos países a los cuales tendió la mano  nada menos que la nación considerada la más desarrollada y próspera del mundo. Así como se lee, porque para nadie es un secreto que Estados Unidos es la nación más envidiada y acogida por quienes buscan vivir en democracia y con  la mejor calidad de vida que pueda ofrecer cualquier país de este planeta. Y si alguien no lo cree así, que le pregunten a los chavistas buchones que lo acogen para sus vacaciones, sus compras y sentar en ella sus propiedades.

Cuba, con una dirigencia gubernamental que sabe escoger en cada momento y según su propia conveniencia el aliado perfecto y, en algunos casos, quien la saque de abajo y la mantenga,  no disimuló su astucia para trasladar sus afectos hacia el villano del norte al que ha culpado por mucho tiempo de todos sus males, dejando a la “revolución bonita” del chavomadurismo en el preciso momento que comenzó su debacle. Mientras que Argentina, con un gobierno al que corresponde corregir el entuerto dejado por los Kirchner, entiende perfectamente el significado de unas mejores relaciones con un país de las características de los Estados Unidos de América.





Porque entendida la política como ciencia y arte de gobernar, el sostenimiento de una relación sana entre naciones resulta altamente beneficiosa para los pueblos que en ella se involucran,  en el mundo globalizado de hoy; y es por lo que la gente, especialmente los pobladores de los países que reciben esa mano amiga extendida, aceptan con la mayor emoción la presencia en sus países del líder que se la ofrece. Aspirarían los cubanos, siempre atraídos por la idea de vivir en Estados Unidos, llegar a alcanzar en su propio territorio patrio  niveles de calidad de vida acordes con sus propias necesidades de desarrollo, y por eso el negrito fue ampliamente aclamado durante su visita a la isla. También los argentinos recibieron con visible agrado la presencia de Obama, que de arrancada ofreció un intercambio comercial intenso que nada mal cae en estos momentos a la estancada economía del vecino país sureño.

Por eso, viéndolo de esa manera, a Cuba y Argentina les llegó la promesa y la posibilidad de algo que hoy está reclamando a gritos el pueblo venezolano: inversiones para echar a andar el parque industrial hoy paralizado por la ignorancia, incompetencia, ineficiencia  y terquedad de una camarilla gubernamental que lo tiene sometido a la peor escasez de todo lo que requiere para sobrevivir. Porque a eso se reduce el drama que hoy sufrimos, pues mientras el “imperio” abre vías para un floreciente intercambio comercial e impulsor de los verdaderos motores de la economía, Maduro aprieta cada vez más con su política restrictiva y retrograda, que nos pone el bocado de comida cada vez más lejos.

Y es que han sido,  además de tantos defectos,  tan escasos de visión para no darse cuenta que la presencia de un líder de las características de Barack Obama en la conducción de Estados Unidos, resulta hoy día prácticamente irrepetibles en la presidencia del país norteamericano en relación con la manera de relacionarse con el resto de las naciones del continente. En Venezuela muchos tenemos la percepción, por ejemplo, que son muchas las pruebas acumuladas por las autoridades estadounidenses, especialmente de investigación criminal,  contra funcionarios de alto rango civil y militar de nuestro país, que ese gobierno no termina de soltar y que podrían contribuir a acelerar el cambio que aquí se reclama. Sin embargo, se dan el tupé de mandarlo para el mismísimo, porque “el capitalismo es malo”.

Pero definitivamente, son de las cosas que el régimen imperante en Venezuela no ve, o no quiere entender, como no se preocupa tampoco de investigar por qué cada día más latinoamericanos emigran hacia Estados Unidos, hoy con venezolanos a la cabeza, , si de verdad el capitalismo es tan malo y el Socialismo del Siglo XXI es la salvación.  Y si no, preguntémosle a la ex diputada chavista Iroshima Bravo, si es cierto o no lo que aquí afirmamos.

@JJMorenoA