Inseguridad y desinversión condenan a niños y jóvenes a una educación pública deplorable

Inseguridad y desinversión condenan a niños y jóvenes a una educación pública deplorable

escuela

 

La “distribución social de la renta petrolera” ha sido una de las principales banderas del Gobierno nacional, desde la llegada de Hugo Chávez Frías a la presidencia de la República en 1999. El lanzamiento de misiones educativas y de salud, como Robinson, Ribas y Sucre, significó la innovación del Ejecutivo en sus políticas inclusivas, pero que parecieron dejar de lado las ya existentes, publica Correo del Caroní.





Basta visitar cualquier escuela pública, al azar, para atestiguar el abandono al que están sometidos docentes y alumnos, que además de estudiar y trabajar, deben autogestionar los materiales de unas instituciones que apenas sobreviven a los constantes embates del hampa.

Tal es el caso de la Unidad Educativa Bolivariana (UEB) Trapichito I, que tiene tres años sin energía eléctrica luego de que hace un trienio robaran los cables y transformadores. En las vacaciones escolares de este año los malhechores cargaron con la bomba de agua que daba potencia al recurso en toda la institución, por lo que cargan el líquido en tobos para la cocina y los baños.

La directiva del plantel, de 210 alumnos, espera la respuesta de la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas (FEDE), adscrita al Ministerio de Educación, para un plan de restructuración integral, ya que además necesitan la construcción de una nueva sede, pues funciona en las instalaciones de lo que antes era la Finca Solidaria de la Alcaldía de Caroní.

La respuesta de FEDE es lo más esperado en la escuela Ciudad Piar, en El Gallo, en donde el colapso de las aguas servidas, las grietas de las paredes, la falta de techo en el comedor y la cocina… y pare de contar, es el escenario para que alrededor de mil estudiantes reciban clases.

Desde 2012 había un proyecto de refacción que llevaría a cabo Ferrominera Orinoco, lo cual se paralizó. Durante 2015, tanto el Municipio Escolar Caroní como la Zona Educativa aseguran que el plantel “está entre las prioridades para ser atendidos por las jornadas de intervención” del Plan de Mantenimiento Escolar. La intervención no ha comenzado.

Las madres preparan el SAE encima de un bote de agua y en una sala sin techo
Las madres preparan el SAE encima de un bote de agua y en una sala sin techo

 

FEDE sí llegó a la UEB Trapichito II, institución que tenía orden de desalojo de Bomberos de Caroní por el nivel de contaminación de las paredes, producto de las filtraciones provocadas por la mala construcción del techo y las canales de agua de lluvia.

La intervención de FEDE comenzó hace dos semanas, luego de que los alumnos tuvieran que empezar clases a finales de octubre, fuera de su escuela, en cuatro espacios de la misma comunidad. Antes de eso, los padres impidieron que el plantel recibiera a los alumnos, toda vez que el mantenimiento de la institución no se hizo durante las vacaciones.

Vale resaltar que la protesta de los padres no solo tuvo como bandera la rehabilitación de la escuela, que tampoco tiene luz por el robo de los cables y transformadores estas vacaciones, sino que aseguraban impedir la habilitación del plantel para las elecciones, ya que funciona como centro de votación.

 El liceo Trapichito II también es centro de votación

El liceo Trapichito II también es centro de votación

En la escuela Villa Colombia, maestras y representantes protestaron este viernes por deficiencias en la biblioteca y el Sistema de Alimentación Escolar (SAE) de la institución, en la que la mayoría de los baños tienen problemas. Pidieron la destitución de la directora Josefa Hennig, por acosar a las docentes que reclaman mejoras para el plantel.

Desidia en las universidades

Las partidas deficitarias que asigna el Ministerio de Educación Universitaria, aunado a la inseguridad, son la causa del mal estado en el que se encuentran las tres universidades públicas de Ciudad Guayana.

En la Unidad Experimental Puerto Ordaz de la Universidad de Oriente (UDO-UEPO) de San Félix, el Ministerio no asigna dinero para transporte, comedor ni vigilancia desde mayo. Esto facilitó las condiciones para que, esta semana, ladrones cargaran con todo el cableado eléctrico y dejaran sin luz al campus universitario en donde ven clases 8mil estudiantes.

Solo hay disponibles dos sanitarios para todo el estudiantado, que también debe ir en la cacería de pupitres, de salón en salón, pues tampoco hay suficientes.

El lunes 2 de noviembre, en el campus de Villa Asia de la Universidad Nacional Experimental de Guayana (UNEG), profesores y estudiantes encontraron que habían robado nueve aires acondicionados y varias computadoras.

La planta física de esta universidad también está deteriorada, aunque lo que más sufre son los constantes hurtos, al igual que la sede Atlántico, en donde los estudiantes han protestado varias veces este año por la precariedad del transporte, la impunidad de los robos.

En la UNEG, actualmente, no hay servicio de comedor. El presidente de la Asociación de Profesores de la UNEG (Apuneg), Raúl Brito, informó que el presupuesto asignado a la universidad para 2016 alcanzó un déficit del 75 por ciento, por lo cual podría alcanzar solamente para los sueldos del personal.

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Desplanificación y desorden marcó la entrega de tabletas a los estudiantes, por parte del Ministerio de Educación Universitaria, en la UNEG Atlántico, la semana pasada

En la Universidad Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre (Unexpo) los robos también son constantes. Los salones son “recuperados” por los mismos estudiantes, coordinados por algunos profesores que se plantean mantener la universidad como parte de su labor.

El semestre pasado, a raíz de una invasión de palomas, el edifico del ciclo básico estaba, prácticamente, inutilizado. Alumnos expresaron que el excremento de las aves, presente por doquier e aulas y pasillos, hacía imposible que allí se dieran clases, que eran reprogramadas a otros espacios como el auditorio.

En esa oportunidad, docentes informaron que la universidad no tenía presupuesto para tratar la invasión de palomas que representa, además, un riesgo a la salud.