Durante las últimas elecciones el partido de gobierno ha presumido de tener una gran maquinaria electoral, estructura que todos sabemos se conformó gracias a los ingentes recursos petroleros que les permitió movilizar a un importante número de personas, gracias a una organización fundamentada principalmente en la dependencia del pueblo a través de chantajes de ‘subsidios a cambio de votos’.
Si en algo demostró un poco eficiencia durante estos años fue en la capacidad de articular esa maquinaria, aceitada con los recursos públicos, para obtener grandes victorias políticas; pero no resultó igual de eficiente en la articulación de políticas publicas para solventar los profundos problemas sociales y económicos que cada vez se agudizan y conducen a Venezuela a terrenos insospechados e inexplorados de crisis y miseria.
Pero, ¿existe aún esa maquinaria?
Al igual que una parte importante del transporte venezolano se encuentra paralizado por falta de cauchos, baterías y repuesto, de esa misma manera se encuentra inmovilizada esa maquinaria que hoy luce envejecida; abandonada, al igual que todos los venezolanos, está haciendo colas bajo el sol o la lluvia para comprar alimentos o medicamentos. La plata no le alcanza y, por si fuera poco, cuando llega a casa se encuentra sin agua o sin luz.
Maduro ha salido al ataque de manera infame a decir que el pueblo disfruta haciendo colas. ¿A quién le gusta pasar 8 horas en una cola? ¿Será que Maduro disfrutará hacer colas para comprar? Porque, a decir verdades, nunca lo hemos visto ni haciendo colas en el aeropuerto, porque viaja en avión privado y con una gran comitiva que incluye hasta varios chefs. No entiende lo que es no tener harina, carne, leche, ni pollo.
Los patrulleros que quedan del PSUV han salido a reagrupar sus filas y se han encontrado con puertas cerradas, con una gran molestia que nos expresan en cada lugar al que llegamos: -“Estamos cansados de esto, necesitamos un cambio”.
El pueblo venezolano ha decidido castigar a Maduro por tanta injusticia, y así mismo se va a evidenciar el 6D.
Hoy nos encontramos a tan solo 31 días de las elecciones y nuestro mayor reto para consolidar esa victoria es salir a defender los votos de esa avalancha que se va a volcar el 6D a exigir un cambio para Venezuela. La maquinaria se quedó sin recursos, sin aceite y sin repuestos no camina, pero si además el chofer no sirve tengamos por seguro que ni empujada va arrancar.
¡El cambio viene y nada lo detiene!
Aarón Rodríguez Moro – @RodriguezAaron