William Anseume: Rigoberta Menchú en Venezuela, para lavar las manos de Maduro en DDHH

William Anseume: Rigoberta Menchú en Venezuela, para lavar las manos de Maduro en DDHH

thumbnailWilliamAnseumeHace quince días estuvo en Venezuela Rigoberta Menchú, la premio Nobel de la Paz,  a quien se trajo el gobierno de Maduro para tratar de tapar con algún dedo el intapable sol de las apreciaciones internacionales sobre los atropellos flagrantes de los Derechos Humanos en nuestro país.

La indígena vino “invitada” a decir algunas alabanzas al Plan Nacional de DDHH, una creación que pretende esconder en el discurso de papel lo inocultable: la cómica que dio  la Fiscal General de la República en sus diversas intervenciones en la ONU y los múltiples cuestionamientos de ese y otros organismos internacionales, expresidentes latinoamericanos, escritores de la talla de Mario Vargas Llosa y otros intelectuales nacionales e internacionales, Óscar Arias, Desmond Tutu y casi el resto del mundo más o menos pensante en cuanto a lo que ocurre políticamente en Venezuela y a la violación constante y diaria de los derechos humanos en nuestro petrolífero y empobrecido país.

El peso de una tarifada Menchú no basta para nivelar  ni para igualar los importantísimos factores del cuestionamiento casi absoluto, dentro y fuera del país,  a los abusos que en materia política y DDHH ha cometido el gobierno. Dijo la Guatemalteca, en minúscula defensa del sanguinario Maduro y sus secuaces que: “…el tema de los derechos humanos ha sido estigmatizado, vulnerado y politizado con fines manipuladores y destructivos” y supongo que se refiere a la manera en que el gobierno nacional ha usado a Tarek y, especialmente, a Jorge Rodríguez para arrastrar cuanto de humano hay en derecho alguno. Dijo esto el mismo día que se ejecutaba la razia en la Cota 905. ¿Por qué no la llevaron allá para que viera la indita cómo las palabras escritas y habladas no bastan para solapar las acciones agresivas y lesivas del poder absoluto contra los ciudadanos comunes, por ejemplo? ¿Por qué en lugar de ponerla a hablar paja no la llevaron a presenciar las cárceles venezolanas y su inhumanidad pestilente? ¿Por qué no la hicieron conocer los casos de las muertes, las torturas y las prisiones de quienes han sido voces  valientes adversas a la dictadura?





Pues no, habló de que los derechos humanos se centran, según ella malamente, en los seres vivos y deben concentrarse en el agua, el sol, las semillas y los animalitos, qué boludez tan bochornosa. Hacer fintas distractoras, como si jugara fútbol.

El gobierno está obligado a escuchar a quienes cuestionan su accionar de terror para con los ciudadanos que defienden tenazmente sus derechos políticos y los derechos humanos. No puede permanecer al margen de los tratados internacionales suscritos que son constitucionales en Venezuela ni puede esquivar las implacables leyes que esperan ser aplicadas a sus funcionarios, de la jerarquía que sean, por esos atropellos vulneradores de la vida y de la dignidad humanas. La Haya es una ciudad hermosa y también muy, muy a la medida del hombre.

wanseume@usb.ve