Marcos Hernández López: Germina la ingobernabilidad

Marcos Hernández López: Germina la ingobernabilidad

En el escenario político / Es importante conocer su opinión, ¿Usted cree que la crisis política en Venezuela mejorará en los próximos meses? Inducida

Para muchos especialistas en el tema, “la ingobernabilidad no es más que la desobediencia civil al orden establecido. En muchos de los gobiernos del mundo se han dado gestiones gubernamentales que no responden a la voluntad popular y esto ha hecho que la mayoría de las personas al no estar identificado con ese gobierno, no haga suyas las líneas y ejecutorias del poder, legalmente establecido o no”.  Es decir, la ingobernabilidad es un momento de emergencia político producido por  el descontento social.





Para centrarnos en el análisis debemos empezar por reconocer, la soberbia de altos líderes de la revolución bolivariana, apuntalado con una dosis de deshonestidad y su estilo desafiante, no ayudan a buscar caminos de paz en Venezuela, para nadie es un secreto que los estudiantes son los que han demostrado más valentía y constancia en su lucha por la Democracia. Pero, también deberíamos hacernos una serie de preguntas ante un gobierno que no quiere dar un paso a atrás, ¿Cuánto cuesta la paz?, ¿Cuánto cuesta la reconstrucción emocional de un país?, ¿Cuánto cuesta construir una verdadera Democracia? … ¿Cuánto? Obviamente, la revolución quiere ciudadanos pasivos y no acepta la crítica, prefiere venezolanos sometidos a su proyecto político.

En este momento histórico, emergen todo tipo de protestas, el gobierno busca controlar la opinión pública, incluso activando circunstancialmente blackout informativo que ni el twitter se salva, las fuerzas policiales están activadas en la calle, las tanquetas circulan donde existan concentraciones y detienen violentamente a los manifestantes.   Lo grave es que se confunden Estado y Gobierno, y lo que brota es la cabeza del totalitarismo en su complejidad hace que no funcionen los niveles intermedios que son los que tienen la misión para solucionar las demandas de una gran mayoría de venezolanos que exigen cambios, democracia y justicia.

Es algo tangible por los indicadores, la crisis continuará en lo económico, social y político, las empresas tomadas por el gobierno están abandonadas o disminuyen su capacidad de producción, generándose más escasez con inflación, crece incontroladamente la pobreza y pareciera no hay voluntad para realizar de manera transparente las elecciones parlamentarias 2015. La revolución maneja tácticamente todos los poderes del Estado, la angustia en los miles de venezolanos crece cada día. Su principal objetivo es mantener el poder cueste lo que cueste.

En síntesis, germina el fantasma de la ingobernabilidad, fenómeno que destruye peligrosamente la democracia, mostrando un escenario político nacional de destrucción que se compara con la temeridad. Para la mayoría de los analistas en ciencias políticas, uno de los aspectos político que sembró la semilla de la ingobernabilidad fue lo electoral, la brecha en los resultados del pasado 14A / 2013 en su esencia compleja y hasta traumático, estimuló el adormecido fantasma de la ingobernabilidad en Venezuela, aunque el gobierno mantiene un inflexible control institucional en la Asamblea Nacional (AN) y el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).

Es evidente, Nicolás Maduro no es Hugo Chávez, la revolución sin su comandante tiene una bitácora desorientada para reflotarse, para buscar salidas… El liderazgo y olfato de Chávez,  lo llevo a manejarse estratégicamente, sabia cuando jugar posición adelantada y radicalizarse, no obstante, sabía retroceder cuando había que hacerlo, llamaba al dialogo así no se diera en su futuro cercano y mostraba una postura política flexible, muchas veces respetuosa hacia la oposición y una actitud democrática, indiscutiblemente pensaba en su gobernabilidad.

Correo: hernándezhercon@gmail.com

Síguenos en Twitter: @Hercon44