Manuel Malaver: Felipe González, persona gratísima en toda Venezuela

Manuel Malaver: Felipe González, persona gratísima en toda Venezuela

thumbnailmanuelmalaverHe pensado muchísimo en las últimas 72 horas en lo ridícula que resultó aquella decisión de la Asamblea Nacional de declarar “persona non grata” al expresidente del gobierno español, Felipe González, presuntamente, con la intención de obligar a Maduro a prohibir su ingreso al país, y por rebote, lanzar a la calle las masas oficialistas a respaldad la medida.

Como el acuerdo no fue espontáneo y mucho menos una de esas inspiraciones colectivas de las que tanto se glorían las revoluciones, sino que tuvo nombre y apellido y un autor que la celebró por todo lo alto, entonces se me ocurre pensar que el ingreso al país de Felipe y su celebración en toda Venezuela (en la que incluyo también a los chavistas), fue una derrota catastrófica para Diosdado Cabello, quien, otra vez vuelve a demostrar que es un guapetón importante para “peleas menores”, y no para aquellas en las cuales esté envuelta la salud de la República.

Estoy preparándome –pero sin pizca de sadismo- para ver delirar mañana en la noche a Cabello en su programa “Con el Mazo Dando”, seguro que para comentar el cambio climático, o desearle a Maduro pronta recuperación de su gripe, pero sin referirse, ni por casualidad, que 80 diputados de la AN fueron obligados a hacer el ridículo de sus vidas, y sin otra compensación, que convertirlos en unos “hazmerreir de la historia” por los siglos de los siglos y de los siglos, amén.





Pero sucede con todos los que se sienten poderosos por que cuentan con un poder prestado, y les pasa cuando tropiezan con los que cuentan con un poder de verdad que, en este caso, no son otros que Nicolás Maduro y Felipe González, que pasan sobre ellos, pero sin detenerse a pensar que pasaron sobre un obstáculo que, por tal, no merece ni recordarse.

Presagio funesto este que flamea sobre Cabello a raíz de la visita a Venezuela de “la persona no grata” de Felipe González, pues indica que el poder del teniente es más corto y leve de lo que se pensaba.