Exageraciones, humor negro y escándalos, por @lmesculpi

Exageraciones, humor negro y escándalos, por @lmesculpi

thumbnailluismanuelesculpiCoincido con quienes han afirmado que la orden presidencial de Obama que declara a Venezuela como “amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior de los Estados Unidos” es toda una exageración. Es lo mínimo que se puede decir de tamaña aseveración. Las explicaciones señalando que tal procedimiento es “legal, normal” para justificar la actuación contra siete funcionarios venezolanos no han resultado convincentes. Es posible pensar que los “gringos se traen algo más entre manos”, sin acompañar el mito de su infalibilidad, desterrado de la historia por la recurrencia de los gravísimos errores en su política exterior.

La reacción del gobierno venezolano no pudo ser más estrambótica, la moderación y la mesura no son inherentes a su verbo y acciones. Por el contrario, consideran que “se la pusieron bombita” y creen batearla de jonrón apelando al viejo truco -muy recurrido por los regímenes autoritarios- de enfrentar sus debilidades internas tocando la sensible tecla del nacionalismo y exacerbarlo frente a la amenaza externa. No siempre tal estratagema ha producido los resultados esperados. Cuando Maduro denuncia que la orden Obama constituye el preludio de una supuesta invasión -en la cual ni ellos mismos creen- lo hacen precisamente aplicando la vieja receta. Las largas peroratas antiimperialistas, las maniobras cívico-militares no han surtido los efectos ansiados. No existen, hasta ahora, estudios de opinión donde se ausculte en las reacciones de la sociedad frente a la prédica más reciente, sin embargo se puede percibir en algunos sectores sin tradición opositora la ausencia de credibilidad del discurso oficialista. Sus convocatorias no han contado con el respaldo de otros tiempos.

Pareciera verdad que lo extraordinario se ha vuelto cotidiano, no porque estemos en presencia de una revolución como afirmaba el Che, sino porque nos estamos acostumbrando a que día a día ocurran fenómenos extraños, actos fuera de lo común, no justamente para la mejora de las condiciones de vida de los venezolanos, razón de ser de las fuerzas de la transformación; todo lo contrario, las colas para adquirir productos de primera necesidad forman parte del paisaje, la delincuencia anda “con el moño suelto” (especie de antiguo slogan de Últimas Noticias) arrojando cifras de criminalidad cada vez más alarmante, el costo de la canasta básica supera tres salarios mínimos; para mencionar apenas algunos aspectos de las calamidades que hoy afrontamos.





Nos hemos habituado a hechos que ocurren diariamente alejados de la normalidad, la extravagancia es lo que se ha vuelto cotidiano. Ya no es motivo de sorpresa. El infame comentario del Embajador Roy Chaderton que, según dijo en una disculpa que no fue tal, lo hizo con “humor negro”, pareciera que resulta extremadamente difícil exceptuar por su talante a quienes hoy ocupan altas posiciones gubernamentales, el que un Embajador de carrera, con formación académica y proveniente del socialcristianismo se exprese con el lenguaje propio del nazismo es una proyección para nada humorística distintiva a los jerarcas del régimen.

Estando aun fresco el escándalo de las colocaciones por un monto cercano a 12 mil millones de dólares en un banco suizo a nombre de Alejandro Andrade (ex escolta de Chávez, ex funcionario del FUS, ex presidente del BANDES y ex tesorero de la nación) y de Rodolfo Marco Torres, actual Ministro de Finanzas, cuando estalla el del Banco privado de Andorra donde, presuntamente, dos mil millones de dólares provenientes de PDVSA y se movilizaron 4 mil millones de dólares provenientes de capitales venezolanos. En el primer caso, después del hermetismo se anunció una investigación de la cual se desconocen resultados. En cuanto el BPA el gobierno y la empresa petrolera hasta ahora siguen silentes. La denuncia estaría tan fundamentada que el Banco de España intervino al banco propiedad de BPA y en Panamá también se intervino la casa de Bolsa. De existir en nuestro país independencia de poderes ya se habrían abierto las respectivas investigaciones en Contraloría, Fiscalía y en la Asamblea Nacional. La carencia de la moneda norteamericana no solo se debe a la disminución de los precios de petróleo, la corrupción y el robo descarado también constituyen componentes importantes de la actual crisis.

La semana concluyó con la noticia de la lamentable muerte del señor Rodolfo González, prisionero político, en una celda del SEBIN, su hija Ivette declaró: “Parece un suicidio inducido. La tortura psicológica que le hicieron a mi padre fue muy grande. Le decían que estaba de tercero en la lista, que iba para Yare y eso lamentablemente lo llevó a tomar esa decisión”… quien llevaba casi un año preso por el presunto señalamiento de un sapo, ahora llamado con un eufemismo “patriota cooperante”, lo mencionó como “articulador logístico” de las protestas estudiantiles del año pasado. Los voceros principales del régimen le asignaron como apodo “el Aviador” por su profesión y para intentar revestir de credibilidad la acusación. Quienes mantuvieron injustamente preso a Rodolfo González ignoraron el dramático acontecimiento, demostrando su insensibilidad y una crueldad semejante a la expresada por el Embajador ante la OEA. Con el mayor cinismo afirman que respetan los derechos humanos y niegan la existencia de la tortura, tal como hizo el Vicepresidente en el programa de José Vicente. En nombre de la lucha por un ideal supuestamente revolucionario se cometen hórridos atropellos y terribles injusticias. La historia parece repetirse, lamentablemente.