Dos asesinatos en diez minutos en Ciudad Guayana

Con pocos minutos de diferencia, dos hechos sangrientos aislados se registraron la madrugada de ayer en Ciudad Guayana. En el primer suceso violento fue acribillado el ciudadano Edberg Rui Da Silva, de 23 años de edad. Los acontecimientos se desarrollaron en Colinas de Unare, diagonal al Colegio Rómulo Gallegos. Anamer S. Chirinos/ Nueva Prensa Guayana

Familiares de Da Silva, relataron que el infortunado se encontraba compartiendo con unos amigos en el lugar mencionado a la 1:30 de la madrugada, cuando de pronto un sujeto bajo la influencia del alcohol lo abordó para robarle la motocicleta.

Afirmaron que se presentó un forcejeo entre Edberg y el criminal que culminó de manera fatal. Al parecer, Da Silva en medio de la pelea, cayó al piso y el criminal aprovechó la oportunidad para dispararle más de 15 veces. Cabe destacar que el antisocial huyó del sitio sin robarse la moto de la que se desconocen las características.

La víctima vivía en Cumbres de Venezuela, muy cerca de donde fue ultimado. Dejó a tres hijos en orfandad. Era el sexto de seis hermanos y es el primer miembro de su familia en morir de forma violenta.

10 minutos después

A la 1:40 de la madrugada, las autoridades recibieron otra alerta por homicidio. El segundo hecho ocurrió en el sector Santa Rosa de la parroquia Unare. El abatido respondía al nombre de Jairo Tulises Moreno, apodado “el Colombianito”, de 32 años de edad.

Trascendió que tres sujetos a bordo de motocicletas acorralaron a Tulises cuando estaba saliendo de su apartamento y sin mediar palabras, le propinaron más de cinco impactos de proyectil. Presuntamente los pistoleros habrían acabado con la vida de “el Colombianito” porque éste tenía en su poder un arma de fuego que no le pertenecía.

De manera extraoficial se pudo conocer que los asesinos se comunicaron de manera amenazante con la madre del abatido para solicitarle que les hiciera entrega del arma, pero la mujer desconoce de su existencia. Pidió que no jugaran con el dolor por la muerte de su hijo.

Tulia Moreno Páramo, madre de Jairo, indicó que era hijo único y tenía solo siete meses viviendo en Venezuela. Ambos son de Colombia. La víctima dejó a un pequeño de 11 años en orfandad. Entre lágrimas, la mujer pidió a Dios fuerzas para sobrellevar el dolor de perder de forma violenta a su único hijo.