El arquitecto Hank Butitta le dio una vuelta a este paradigma y lo rompió a través de su increíble y original diseño.
Llegó la hora de realizar su tesis y Buttita estaba un poco desmotivado con la escuela, estaba harto de diseñar edificios que no existían para clientes imaginarios, por lo que decidió cambiar los clásicos softwares arquitectónicos por sus propias manos. Así fue como se le ocurrió una brillante idea: se compró un autobús y con algo de ayuda del fotógrafo Justin Evidon y su hermano Vince, nació el trío maravilla. Con quienes pasó casi 14 semanas transformando el viejo y destartalado autobús en un entorno de vida modular absolutamente cómodo y elegante.
La casa autobús posee una cocina, un cuarto de baño, camas , almacenamiento, e incluso una planta hecha de paneles de madera arrancadas de un viejo gimnasio.
Fotos de hankboughtabus.com
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