Trino Márquez: Las conspiraciones de los necios

Trino Márquez: Las conspiraciones de los necios

thumbnailtrinomarquezEn quince años los rojos han inventado decenas de conspiraciones ficticias, tramadas con el propósito de distraer la atención pública para que los venezolanos no se ocupen de criticar los graves errores y torpezas que comete el gobierno. Son conjuras elaboradas en laboratorios donde se ensayan fórmulas para ocultar los fracasos o para colocar en la agenda de discusión los temas que le interesa al oficialismo.

Al poco tiempo de estar gobernando, el enemigo externo era ¨míster Danger¨; en otros términos, George Bush. Durante ocho años el expresidente norteamericano fue el blanco de los ataques y la ira de Hugo Chávez. El ¨imperialismo¨ supuestamente tramaba planes diabólicos para derrocar la revolución bolivariana. Había, por lo tanto, que poner la ¨rodilla en tierra¨ para resistir e impedir que esos proyectos macabros se concretaran. Bush, asociado con el entonces presidente Álvaro Uribe y con la burguesía nacional apátrida, financiarían grupos irregulares que tratarían de derrocar al caudillo. Estos proyectos generalmente estos planes  desestabilizadores estaban asociados a algún terrorista que habría cometido un magnicidio, de no haber sido por la destreza del servicio inteligencia cubano. Durante el tiempo que gobernó el caudillo se develaron al menos quince conjuras. Nunca se presentó una prueba. Jamás se apresó a ningún francotirador. El espectáculo más grotesco de esa etapa fue el protagonizado por los ¨paracachitos¨.

La paranoia del comandante la heredó Maduro. Han sido acusados de conspiradores honorables venezolanos que han tenido que marcharse del país de forma apresurada. También ha sido señalados personajes cuyo radicalismo es totalmente inofensivo. Tuiteros con algo más de quinientos seguidores han pasado a ser peligrosos enemigos. Militares retirados que perdieron todo contacto con la Fuerza Armada entraron en esa categoría. Exparlamentarios y exdiplomáticos, también. Periodistas han sido encarcelados y articulistas  críticos han pasado por los tribunales porque supuestamente forman parte de esa urdimbre infinita que traman los sectores dominantes para derrocar con malas mañas al gobierno.





La última de estas denuncias febriles es la acusación contra el almirante retirado Mario Iván Carratú Molina, señalado  por Nicolás Maduro como el eje de una nueva conjura para acabar con el proyecto revolucionario que él heredó y que ahora lidera.

Cualquier declaración indiscreta o desmesurada de un opositor que tome un micrófono o agarrara una pluma es exagerada por el régimen  con el nada oculto propósito de montar una cortina de humo que distraiga la atención de los verdades problemas nacionales y oculten el fenomenal fracaso y corrupción  de los rojos. Con el derrumbe de la popularidad de Maduro y su gobiernito, la caída de los precios del crudo y la acentuación de la inflación, la escasez, el desabastecimiento, especialmente de las medicinas, la inseguridad personal y el deterioro de la infraestructura, esa vieja táctica de desviar la atención será cada vez más utilizada. Hasta los Boy Scauts  serán acusados de tramar asaltos al poder. La vieja fórmula de inventar enemigos inexistentes se pondrá en acción con frecuencia inusitada. La hegemonía comunicacional será utilizada para acusar, los ¨patriotas cooperantes¨ para delatar y tramar juicios inquisitoriales.

Sin embargo, a pesar de todos los controles y el poder que poseen los rojos, esas ¨conspiraciones” de pacotilla no las cree la gente. La caída en picada de la imagen de Maduro demuestran que las conspiraciones que le interesan al pueblo son esas que lo obligan a hacer largas colas para conseguir harina pan, aceite, jabón, pañales desechables. Esa es la conjura que los sacará del poder.

@trinomárquezc