Marco Vinicio Araujo estacionó la Blazer azul, placa AC732FE, frente al bloque 35 de la urbanización San Felipe y se quedó hablando por teléfono, mientras su esposa iba a la casa de su madre, así lo informó La Verdad
José Manuel Sánchez / Maracaibo / jsanchez@laverdad.com
Marco Vinicio Araujo Oquendo, de 55 años, hablaba por teléfono ayer en la tarde. Nadie sabe quién era su interlocutor, pero sin importar su identidad esa persona debió quedar boquiabierto al escuchar como del otro lado del auricular una ráfaga de balas acaban con la vida de la personas con la cual sostenía una conversación.
El móvil de la víctima marcaba las 5.30 de la tarde cuando la llamada se cortó debido a la serie de detonaciones. Araujo había recibido cuatro disparos. Uno de ellos en su cabeza, dos en el brazo izquierdo y otro el derecho. La inmediata respuesta de sus familiares y la cercanía de un centro asistencial le brindaron al baleado una esperanza que aprovechó.
Su resistencia a abandonar este mundo se notó más al ingresar con signos vitales al Hospital Noriega de Trigo, en el municipio San Francisco, a donde llegó gracias a que su cuñado lo trasladó en su vehículo. Los médicos intervinieron de inmediato, pero el diagnóstico no era nada alentador. A las 7.35 de la tarde la humanidad de Araujo, quien era capitán de lanchas de PDVSA, cedió ante el daño de las balas propinadas por unos desconocidos que se trasladaban a bordo de un Ford Fiesta Negro, que huyó con dirección a la Circunvalación 1.
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