San Cristóbal se rebela contra Maduro

San Cristóbal se rebela contra Maduro

Los días de José Gregorio Vielma Mora (San Cristóbal, 26 de octubre de 1964), el gobernador del estado Táchira, la región que lidera las revueltas más fuertes contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro en Venezuela, son más largos que de costumbre. San Cristóbal, la principal ciudad, se ha salido de control y muestra el aspecto de un campo de batalla: la calzada negra, llena de vidrios y de aceite quemado, las alcantarillas levantadas y guardadas en las casas vecinas a las zonas liberadas por vecinos hartos de la política económica chavista, barricadas en sectores populares y de clase media, y los famosos Miguelitos. Esta es quizá el arma secreta de los manifestantes. Se trata de una manguera recortada y atravesada por clavos, de modo que, al colocarlos en el piso, funcionen como trampas para pinchar las llantas de las motocicletas de los enemigos. Un Miguelito causó el accidente que hace dos meses derivó en el asesinato de la ex miss Venezuela Mónica Spear y su ex marido Thomas Henry Berry. elpais.com /Alfredo Meza

(foto AFP)

Vielma Mora no ha podido evitar que, con el paso de los días, la ingobernabilidad se extienda hacia otras poblaciones más importantes como Táriba y La Grita. En vista de eso, el gobierno central ha enviado al Ejército a custodiar las vías principales que comunican con San Cristóbal y la frontera con Colombia. El jefe de la Red de Defensa Integral de los Andes, Miguel Vivas Landino, coordina ahora todas las operaciones policiales y militares. Es una militarización parcial que también busca reforzar las labores de la inteligencia de la policía. El Gobierno juega al desgaste de la protesta capturando a los manifestantes opositores cuando éstos son relevados por sus compañeros en las zonas liberadas. Esto ocurrió el miércoles muy temprano. Tres de los manifestantes –José Lesmes, Luigi Paloteni y Omar Cárdenas- que mantienen el campamento en la intersección de las avenidas Ferrero Tamayo y Carabobo, en Barrio Obrero, fueron interceptados por las autoridades.

Al mismo tiempo la policía y la Guardia Nacional no intervienen cuando personas contrarias al corte de vías tratan de remover con violencia los obstáculos con que los opositores las bloquean. Esta semana numerosos testimonios en video indican que chavistas armados disparan contra sus adversarios. En Táriba entraron a las residencias Don Luis buscando además cortar el suministro de alimentos que les permite a los manifestantes resistir en la calle durante días.

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